Managua. El implacable castigo que infligió Félix Tito Trinidad a Ricardo Ricky Mayorga en los ocho asaltos del combate que sostuvieron la noche del sábado, mantuvo en vilo a miles de nicaragüenses que, con el corazón estrujado, le culpan de haber actuado irresponsable y temerariamente al ponerle la cara a su oponente en el primer asalto.
El nocaut de Tito se comenzó a tejer en el mismo primer asalto cuando Mayorga imprudentemente le ofreció la cara para recibir golpes en un alarde de excesiva confianza y menosprecio al puertorriqueño, coinciden los aficionados en llamadas a emisoras.
La paliza que soportó Mayorga hasta que el árbitro detuvo el combate en la octava vuelta, contuvo la respiración de los aficionados que se reunieron en lugares públicos, bares y restaurantes de toda Nicaragua, para ver la pelea en pantallas gigantes.
Ricky , pese a su cuestionado comportamiento, logró despertar tal entusiasmo que durante tres horas el país se paralizó por completo, algo solo logrado por el ídolo Alexis Argüello en cada uno de sus combates entre 1974 y 1988.
Fue estúpido
"Solo un estúpido podría hacer lo que hizo: dejarse golpear. Mayorga necesitaba eso para que ponga los pies sobre la tierra", dijo un aficionado que llamó a una emisora para comentar el combate.
“Me da mucho pesar. Me dolió mucho. Mi hijo estaba llorando. Ojalá eso le sirva para escarmentar”, manifestó otro aficionado.
El púgil desde que saltó a la fama en el 2002 al vencer al guyanés Lenox Lewis, se ha involucrado en varios líos con la justicia, el último de ellos que podría llevarlo a la cárcel, es la supuesta violación a una joven de 22 años, lo que habría ocurrido un mes antes de que se celebrara el pleito con Trinidad.
“No es malo que lo hayan penqueado (golpeado). Él se ha convertido en un antivalor, tiene que pedir perdón a este pueblo, a esa muchacha.
“Debe hacer un alto en el camino y darle vuelta a la página para ser un buen boxeador”, comentó Ramiro Loáciga, quien llamó a una radio para expresarse.