El pequeño templo de Caspirola de Acosta quedó en ruinas tras el temblor del sábado.
La pared del altar se resquebrajó de arriba a abajo, la viga de la puerta se cayó y la cruz de la entrada se desmoronó.
Fue la única estructura de este pequeño poblado, ubicado a 40 kilómetros al sureste de San José, que resultó afectada por el sismo.
Uno de los lugareños, Martín Masís, mostró ayer el templo vacío pues el poblado decidió pasar las imágenes y el altar a un sitio más seguro.
Ayer domingo, la misa la celebraron en el pequeñísimo taller de costura de Caspirola, que de pronto contó con una imagen de la Virgen María, un altar improvisado, un copón y cuatro bancas.
Solo el susto
Masís comentó que en ese poblado, a unos 55 kilómetros del epicentro –en Damas de Aguirre–, el suelo se estremeció el sábado.
Afortunadamente, las casas son de madera y de una sola planta, y ninguna sufrió daños, estimó.
Eso sí, el camino entre Parrita y San José a través de Acosta sí presentaba pequeños derrumbes como consecuencia de los últimos sismos.