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Ciudad de Guatemala. A las 2:30 p. m., un inquilino muy especial se adueñó ayer del asiento 10-A de la clase económica del vuelo 910 de Taca con destino a Guatemala: el presidente Abel Pacheco.
Como otros viajeros se acomodó en la estrecha silla, junto a la ventanilla. Incluso tuvo que leer las instrucciones de seguridad, pues su lugar coincidió con una de las salidas de emergencia.
Minutos antes, Pacheco rechazó el ofrecimiento hecho por dos funcionarios de Taca de viajar en la cómoda clase para ejecutivos.
"Con lo que ha pasado en Costa Rica con lo de la tarjeta, mejor no, gracias", les dijo.
La semana anterior trascendió que Pacheco y su esposa Leila Rodríguez volaron entre San José y Miami por cortesía de Taca, empresa que obsequió al gobernante una tarjeta que le permite viajar gratis a cualquier destino, sin que medie un viaje oficial o no.
Pacheco anunció que pagará el costo de esos tiquetes y devolverá el pase de cortesía.
Paola Díaz, funcionaria de la oficina de Protocolo de Casa Presidencial y quien acompaña a Pacheco en la visita a Guatemala, confirmó que el boleto utilizado ayer fue pagado con fondos de la Presidencia.
Durante el vuelo, que duró una hora y 20 minutos, el Mandatario no se comió una bolsita de maní ofrecida por el personal de Taca a los viajeros de la clase económica. Tampoco aceptó bebidas.
Pacheco participará en Guatemala, junto a los presidentes centroamericanos en una actividad organizada por el Gobierno de este país sobre desarrollo industrial y el comercio.
Anoche, Pacheco no asistió a una recepción ofrecida por el empresario chapín, Dionisio Gutiérrez, a los mandatarios del área.
Tampoco aceptó que el traslado a Guatemala fuera en el avión privado de Gutiérrez como sí lo hicieron el resto de colegas, confirmó a este diario el embajador tico aquí, Horacio Alvarado.
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