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Gleneagles. El País. El Grupo de los Ocho (países industrializados) cerró filas ayer en torno al primer ministro británico, Tony Blair, a través de un comunicado conjunto y declaraciones individuales contra la operación terrorista en Londres.
Anoche esperaban el regreso de Blair, que preside la cumbre de los países ricos (Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña, EE. UU. y Canadá, más Rusia), al hotel escocés donde se reúnen.
Fue el propio Tony Blair, en su doble calidad de primer ministro británico y de presidente de turno del G-8, quien leyó el comunicado, flanqueado por el presidente de Estados Unidos, George Bush, y el de Francia, Jacques Chirac.
Además de los jefes de Gobierno y de Estado del G-8 estaban presentes los gobernantes de los cinco países invitados como observadores: China, India, Brasil, Sudáfrica y México. Y, junto a todos ellos, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan.
Bárbaros ataques. "Condenamos enérgicamente estos bárbaros ataques. Nos une nuestra determinación de hacer frente y derrotar este terrorismo", dice el texto.
El G-8 expresó, en dicho comunicado, su certeza de que el atentado terrorista fue preparado para coincidir con la apertura de la reunión de Gleneagles. Y señaló que, por esa razón, se había resuelto mantener la agenda en términos previstos.
El presidente Bush había desayunado muy temprano con Blair, quien fue informado de los atentados nada más conocerse la sincronización en Londres.
Más tarde, Bush elogió la determinación de Blair y recordó que tiene una experiencia "vivida" de lo sucedido en Londres, en referencia a los atentados del 11 de setiembre del 2001 en Estados Unidos.
"Es una guerra contra el terror para todos nosotros", prosiguió Bush. "No vamos a ceder ante ellos. Los encontraremos, los llevaremos ante la justicia y al mismo tiempo vamos a extender la ideología de esperanza y compasión que aplastará su ideología de odio", advirtió.
El presidente trazó la contradicción entre los trabajos de la cumbre del G-8, en relación con el plan para perdonar la deuda de África e incrementar la ayuda que aportan los países ricos a dicha región, así como las negociaciones sobre cambio climático, con las acciones terroristas en Londres. "Tienen tanta maldad en sus corazones que arrebatan la vida de gente inocente".
Informe. Fue el presidente francés, Jacques Chirac, quien contó la secuencia de los hechos en el G-8: "Tony Blair nos reunió a todos tras conocer los detalles y nos informó que se marchaba a Londres, pero que era necesario continuar los trabajos para no dar satisfacción a los terroristas.
Blair dejó la presidencia en manos del ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw".
El presidente francés elogió a Blair. "Me parece que hizo lo que todo líder debe hacer: estar junto a su pueblo, las víctimas y las familias afectadas".
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