París, 1 abr (EFE).- La batalla del Contrato del Primer Empleo (CPE) se traslada al Parlamento: el partido gobernante UMP anunció hoy que presentará una proposición de ley para modificarlo, mientras que la oposición de izquierda contraatacará con otra para derogarlo.
La fórmula de la proposición de ley ofrece al primer ministro Dominique de Villepin la ventaja de que es más rápida y está sometida a menos corsés que el proyecto de ley, y además le permite alejarse del CPE, que ha desgastado su imagen en sólo dos meses.
El peso de buscar una rápida salida a la crisis social y política generada por el CPE recae en los parlamentarios de la UMP, y en concreto en Bernard Accoyer y Josselin de Rohan, jefes de filas, respectivamente, en la Asamblea Nacional y en el Senado.
Tras "abrir un diálogo" con "todos los sindicatos", Accoyer y de Rohan tratarán de depositar "lo más rápido posible" una proposición de ley, que, en principio, contendrá sólo dos artículos:
Uno que reduce a la mitad del periodo de prueba de dos años contemplado en el CPE para los jóvenes menores de 26 años y otro que precisa la necesidad de justificar la causa de despido en ese periodo, algo que no figura en la versión promulgada.
Esas fueron las indicaciones expresas dadas por el presidente francés, Jacques Chirac, cuando compareció ayer en televisión para anunciar su decisión de promulgar la ley de la igualdad de oportunidades, en la que Villepin introdujo el controvertido CPE por vía de enmienda y sin concertación previa con los sindicatos.
La decisión de Chirac de promulgar el CPE, pero pidiendo a renglón seguido que no sea aplicado hasta que no entren en vigor las modificaciones de los dos puntos en litigio, es interpretado como un intento de salvar la cara a su fiel Villepin y de calmar los ánimos.
La solución adoptada se aproxima bastante a la que desde hace días defendía el otro gran postulante de la derecha al Eliseo, el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, que en su doble papel de presidente de la UMP toma ahora las riendas de la reforma del CPE.
Y así se lo hizo saber hoy mismo, por teléfono, a uno de los líderes estudiantiles de la protesta, Bruno Julliard.
El presidente del principal sindicato de universitarios, la Unef, declaró que Sarkozy le había llamado para comunicarle que "había sido encargado por el Gobierno de tomar un poco las negociaciones con los sindicatos" sobre el CPE.
Por ahora, todos los sindicatos, tanto de trabajadores como de estudiantes, se han pronunciado en el mismo sentido.
La mayor parte están dispuestos a dialogar con los parlamentarios de la UMP, pero solo para pedirles que deroguen el CPE.
Su prioridad, hoy por hoy, es preparar la quinta jornada de protestas contra esa reforma laboral convocada para el próximo martes, y que confían supere el éxito de la del 28 de marzo pasado.
La petición sindical de que el CPE sea derogado ha encontrado terreno fértil en los campos socialista y comunista.
El líder del Partido Socialista (PS), Francois Hollande, anunció esta mañana que sus parlamentarios presentarán "en los próximos días" una proposición de ley para derogar el CPE, pero también su hermano mayor, el Contrato de Nuevo Empleo (CNE). El grupo parlamentario comunista lanzó esta tarde un anuncio similar.
El CNE, que entró en vigor en agosto pasado, tiene la misma filosofía que el CPE -el despido sin justificar es posible en los dos primeros años de prueba-, pero afecta a todas las edades y se aplica sólo en empresas de menos de 20 empleados.
Según Hollande, los empresarios podrán usar el CPE desde el lunes, pues será publicado mañana en el Boletín Oficial de Estado.
Pero la presidenta de la principal patronal, el Medef, Laurence Parisot, dijo hoy que los empresarios, van a "esperar el nuevo CPE".
Si el frente anti-CPE sigue unido en el frente sindical, lo mismo sucede en las filas de la izquierda y la extrema izquierda: Hoy distribuyeron folletos conjuntos que acusan a Chirac de "maniobrar para dividir" y de agravar "peligrosamente" la crisis. EFE
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