Teherán. AFP. Al menos 70 personas murieron y más de un millar resultaron heridas en un sismo de seis grados de magnitud en la escala de Richter, que sacudió ayer la provincia iraní de Lorestan.
El temblor causó estragos en centenares de pueblos del oeste y lanzó a sus aterrorizados habitantes a las calles, lo cual dejó 1.265 heridos y 70 muertos.
Unas 330 aldeas quedaron semidestruidas o totalmente destruidas a lo largo de toda la provincia, relativamente poco poblada, dijo el gobernador general Mohammad Reza Mosheni.
"Las localidades situadas entre las ciudades de Dorud y Borudjerd son las más afectadas", informó, y pidió urgentemente el suministro de mantas, tiendas de campaña y medicamentos para los sobrevivientes.
En numerosos barrios los residentes tienen miedo de retornar a sus hogares y permanecen en calles y parques. Frente a las gasolineras hay largas colas, mientras la red eléctrica sigue sin funcionar.
Por su parte, muchas familias que sufrieron la muerte de un miembro mantienen los cadáveres afuera de sus casas, a la espera del permiso oficial para hacer el entierro. La autorización se emite después de registrar las fatalidades.
El temblor ocurrió antes del alba, después de dos sismos menores de entre cuatro y cinco grados de magnitud en la escala de Richter, según el Instituto Sismológico.
Muy afectadas. El movimiento telúrico golpeó en particular a la región de Borudjerd, en donde hubo al menos 45 muertos, mientras que en Dorud fallecieron 21 personas.
Los hospitales de Lorestan se vieron desbordados por la ininterrumpida llegada de heridos, algunos de los cuales fueron enviados a centros de provincias vecinas.
Una cadena televisiva emitió imágenes de la devastación en la región, e informó de que "la población no está del todo satisfecha con las operaciones de socorro".
Las imágenes mostraron sobrevivientes que intentaban remover, con sus propias manos o con la ayuda de una pala, los escombros de sus viviendas de ladrillos o adobe.
Los habitantes de la zona pasaron la noche en los parques, solo con las pocas pertenencias que lograron llevarse consigo, expuestos a las bajas temperaturas.
Los servicios de emergencia esperaban finalizar sus tareas de socorro antes del anochecer.
Zona activa. El fenómeno se produjo en la cordillera de los montes Zagros, que corta del noroeste al sureste la parte occidental de Irán y es escenario de una fuerte actividad sísmica, debido a una falla que atraviesa la zona.
Su impacto se dejó sentir hasta la ciudad de Hamedan, en una provincia del norte del país.
En Irán los sismos son un fenómeno frecuente. El más mortífero, de más de seis grados ocurrido en diciembre del 2003, causó 31.000 muertos en Bam.