Walldorf, Baden-Würrtemberg. Está claro que la Selección de Costa Rica no mostró casi nada en la mayoría de sus partidos de fogueo. Solo que en el caso de las jugadas de bola muerta, eso sí fue a propósito.
El cuerpo técnico se reservó esa carta para los encuentros de verdad. El técnico Guimaraes indicó desde días atrás que nada de lo que se practicaba en entrenamientos -en el caso de la táctica fija- se le enseñaría a los inevitables espías que acuden a cada juego de preparación.
Incluso, desde la primera fase del campamento alemán (en la pequeña ciudad de Rust) los jugadores encargados de los tiros libres dedicaban horas extras a practicar este tipo de jugadas.
No lo hacían después del entrenamiento, como es común en los equipos de futbol. Lo realizaban antes de que los demás compañeros llegaran a la cancha.
Wálter Centeno, Rónald Gómez, Carlos Hernández y los demás encargados de estas jugadas partían al menos media hora antes con el equipo de utilería necesario (balones y barreras falsas) para ensayar la puntería una y otra vez.
Solo que las combinaciones para sorprender al rival fueron de consumo interno. Lo que se mostró en Cataluña, Ucrania y República Checa no será el mismo "librillo" de jugadas que la Tricolor planea utilizar en el Mundial 2006.
Rónald Gómez confía en que tal arma le resulte útil a Costa Rica. "Se piensa que seremos muy defensivos, pero no necesariamente será así. Vamos a tratar de marcar diferencia", comentó.
Ojos abiertos. El entrenador Alexandre Guimaraes viajó ayer a Moenchengladbach para observar el partido amistoso entre Alemania y Colombia.
Primero dirigió la práctica matutina de la Selección, en Walldorf, y luego se desplazó hacia aquella ciudad, ubicada al oeste del territorio germano, cerca de la frontera con Holanda.
"La intención es confirmar las posibles tres variantes que los alemanes podrán tener dentro de su equipo base", comentó.
De hecho, el timonel Juergen Klinsmann plantó lo que posiblemente será su formación estelar ante los ticos, en Múnich.
Contrario de lo que pretendió el cuadro tico, los alemanes sí confirmaron ayer en el fogueo ante Colombia su pericia en la táctica fija.
Michael Ballack anotó el primer gol a los 21 minutos tras cabecear en el corazón del área un tiro libre, mientras que Bastian Schweinsteiger consiguió el segundo (37') con un golpe franco, tras una falta de los suramericanos.
Toda una enseñanza para los jugadores costarricenses: que cometer faltas cerca del área sería un grave error el próximo viernes.