Walldorf, Baden-Würrtemberg. Basta con echarle un ojo a la prensa alemana en estos días para comprobar el poco crédito que le dan a Costa Rica antes del primer partido en el Mundial 2006.
El problema es que razones no les faltan: mientras el equipo anfitrión de la máxima cita del balompié universal se divertía el viernes ante Colombia, los costarricenses pasaron apuros para hacer un solitario fogueo decente, ante República Checa.
"El único tico en forma es el narrador de radio Monumental", escribió el diario sensacionalista Bild en uno de los amistosos, aludiendo al vozarrón del relator Mario Mc Gregor.
Algunos jugadores de la Tricolor son conscientes de que sus acciones están a la baja en el mundillo de los pronósticos.
Hace cuatro años, en Corea del Sur y Japón, Costa Rica encaró su primer partido como claro favorito para vencer a China.
Esta vez, muchos señalan al cuadro costarricense como la "China" del grupo A.
"Sabemos que en el Mundial pasado muchos pensaban que podíamos ganar el primer partido, y que ahora es a la inversa", señaló el volante Wálter Centeno.
"Somos el patito feo para mucha gente. Pero estamos invitados a una hermosa fiesta y trataremos de salir como los grandes", añadió el volante creativo.
Sacar pecho. Solo en la cabeza de cada jugador estará claro si el viernes ingresan intimidados al estadio de Múnich o entran con la verdadera certeza de que es posible la hazaña ante un rival como los germanos.
En público, todos los futbolistas hablan de estar a la altura, obviamente. "Sabemos que todo el mundo estará viendo el debut del Mundial, y lo que observarán es a un equipo de Costa Rica dispuesto a entregarlo todo", comentó el zaguero Michael Umaña.
Mientras tanto, los expertos del orbe futbolero continúan restándole posibilidades al cuadro tico. Especialmente luego de conocer los tumbos que dio el equipo en los partidos de preparación.
En palabras de Centeno, están llamados a ser el patito feo de la inauguración. Pero algunos son actores rebeldes y quieren estar por encima de ese personaje.