El Poder Ejecutivo remitió ayer al Congreso un proyecto que transforma el impuesto de ventas en uno sobre el valor agregado. La tasa se mantiene en el 13%.
Se exceptúa del tributo, entre otros, a los productos de la canasta básica, la educación, la salud, Internet, los servicios financieros, el consumo eléctrico hasta los 280 kilovatios, así como el consumo de agua hasta 40 metros cúbicos.
El plan es parte de un paquete de iniciativas tributarias que impulsa el Gobierno para aumentar los ingresos fiscales en unos ¢400.000 millones.
El Gobierno también remitió un plan que grava bienes inmuebles con casas, apartamentos o condominios con un valor superior a los ¢100 millones.