"El nuevo sistema cambiario de bandas regirá a partir del último trimestre", afirmó el presidente ejecutivo del Banco Central, Francisco de Paula Gutiérrez.
La declaración la realizó el miércoles en el seminario mensual de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), en un hotel en Escazú, San José.
Con el nuevo sistema, Costa Rica abandonará el de minidevaluaciones, instaurado hace 22 años por el entonces presidente del Central, Eduardo Lizano.
El régimen de bandas es un sistema que permite al mercado determinar el tipo de cambio entre dos límites –uno inferior y otro superior– establecidos por el Banco Central.
Con este nuevo método, los bancos comerciales competirán por las divisas y establecerán un precio. Los demandantes podrán comparar los precios ofrecidos por cada banco comercial.
Los bancos publicarán el tipo de cambio de referencia, en línea y en tiempo real, en la página del Banco Central.
El objetivo del sistema es otorgarle al Banco Central un mayor grado de libertad para combatir la inflación y acercarla a tasas internacionales, que están muy por debajo de la inflación tica.
Sin embargo, para alcanzar este objetivo, Gutiérrez señaló la necesidad adicional de atender el problema de las pérdidas que acumula el ente emisor.
Dichas pérdidas surgieron por operaciones que realizó la entidad a finales de los años 70 e inicios de los 80.
El rango. Según Gutiérrez, al inicio la amplitud de las bandas en que fluctuará el tipo de cambio será estrecha, mientras el mercado se adapta. Con el tiempo, el ancho de la banda crecerá y, además, se desplazará hacia valores superiores o inferiores.
“Las bandas serán angostas, deslizantes y de amplitud creciente”, afirmó Gutiérrez.
A largo plazo, el presidente ejecutivo espera que el tipo de cambio se determine por medio de la oferta y la demanda, régimen flexible, con mínimas intervenciones del ente emisor en el mercado.
El jerarca explicó que en Chile las bandas duraron dos años, y posteriormente el Banco Central aplicó un sistema flexible de flotación.
Migración El régimen de minidevaluaciones establece el tipo de cambio con una tasa de devaluación predeterminada.
La predictibilidad del sistema aminora el margen de acción del Banco Central para reducir la inflación. Además, la creciente dolarización de la economía disminuye los efectos de la política monetaria que establece el Banco Central ya que solo afecta a menos de la mitad de la oferta monetaria.
“El Banco Central está buscando tener mayores grados de libertad para la política cambiaria”.
En el sistema de bandas, el Central participará en el mercado cuando el precio alcance uno de los límites. El Central adquirirá o venderá divisas para revertir la tendencia del precio. Según el jerarca, la disponibilidad actual de reservas monetarias internacionales netas, $2.676 millones, facilitará las posibles intervenciones.
Algunas instituciones públicas (Recope e ICE) demandan cantidades significativas de divisas que podrían distorsionar el mercado. En estos casos, las instituciones adquirirán sus divisas a través del Banco Central que distribuirá las compras en el tiempo para evitar distorsiones.
La flexibilización del sistema cambiario será, según Gutiérrez “gradual” y, con el tiempo permitirá resolver el problema de la “trinidad imposible”.