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Una mayor exposición de marcas o patrocinadores, que al fin de cuentas son los que hacen que los motores sigan funcionando, es la razón principal por la que muchos pilotos de ralis han abandonado esta disciplina para irse a competir en La Guácima.
Aunque reconocen que el ralismo tiene tanta adrenalina como las carreras en circuito, ya son ocho los corredores que buscaron mejor vitrina en el autódromo.
Tal es el caso de Pablo Quesada, competidor de la clase N2 en ralis, pero quien ya anunció que en el próximo diciembre será uno más en el circuito alajuelense.
"Debido a la situación que existe en el ralismo, la cual no se puede ocultar, mis patrocinadores me presionaron y entonces decidí irme a La Guácima. Quiero mucho al ralismo pero uno tiene que ir donde los patrocinadores lo halan", dijo Quesada.
El problema con los ralis radica en que dicho deporte ha perdido muchos participantes en las últimas temporadas, tanto así que a mediados de este año se cerró la categoría mayor o N4, en la que estaban los poderosos vehículos doble tracción con turbo.
Una de las víctimas por la clausura fue Sirhan Wabe, actual campeón de la N4 y N Absoluta.
Wabe, apoyado por Mitsubishi y Xerox, decidió apuntar sus esfuerzos a La Guácima, donde ya comenzó a descollar.
El domingo anterior, durante la cuarta fecha del Campeonato Nacional de Automovilismo, Wabe ganó en tres de los cuatro heats disputados por la clase GT 3.
El tricampeón de ralismo dejó el Mitsubishi Lancer Evolution 6.5 que corría en ralis para usar un Mazda 323 en el autódromo.
“Mis patrocinadores se sienten bien ya que miles de personas ven sus marcas, sobre todo ahora que nos metimos en los primeros lugares”, comentó Wabe.
Leonardo Vincenti es otro ralista que se vio muy atraído por las curvas de La Guácima.
“Es tres veces más caro La Guácima que el ralismo ya que el nivel es muy alto. Lo bueno es que en la pista las marcas ven mejor compensada su inversión”.
Más seguro. Aparte de la mayor exposición que brinda el autódromo, Javier Quirós, presidente de Purdy Motor, empresa representante de Toyota, señaló que su salida de los ralis se debió a la seguridad.
“El ralismo por naturaleza es de mucho riesgo, pero nosotros no queremos cargar con la culpa de que un carro se salga en una curva y pueda golpear a alguien”, indicó.
La escudería Toyota retiró del ralismo un Toyota Celica y un Corolla, y entró de lleno en la pista.
“Nos gusta estar en todo lo que tenga que ver con motores, así que seguimos apoyando a corredores que creen en la marca, pero como escudería ya no más”, agregó.
La escudería Nissan, que tuvo dos Sentra al mando de Emilio y Roy Valverde, fue otra que se metió de lleno en el autódromo.
“Aparte de que tuvimos algunos problemas con la asociación de ralis, por cuestiones técnicas, el factor más importante por el que nos pasamos es que Promotor Sport –ente encargado de administrar La Guácima– ha hecho un gran trabajo en infraestructura.
“A nuestros patrocinadores, como Nissan, les interesa más la pista, pues hay chance de tener toldos, modelos y, por ende, vender más sus autos”, expresó Roy Valverde.
Lo dicho por el corredor se refleja en que La Guácima ya cuenta con la participación directa de marcas como Hyundai, Toyota, Nissan, Ford, Kia, Mazda, Mitsubishi y Citroen, y para el 2007 se anuncia la llegada de Honda y Renault.
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