Managua. AFP y Reuters. Al menos 22 muertos y 82 hospitalizados es el saldo de una intoxicación con aguardiente contaminado con metanol que mantiene conmocionada a León, Nicaragua.
Las víctimas perecieron entre el domingo y el jueves tras ingerir aguardiente procesado de forma artesanal y adulterado con metanol, también conocido como alcohol metílico y cuya ingesta puede ser mortal si es excesiva.
El líquido puede causar en cuestión de horas desde ceguera hasta la muerte por insuficiencia respiratoria.
La venta de alcohol casero es legal en Nicaragua y común en zonas rurales. La mayoría de los muertos eran pobres.
Se reportaron otras 82 personas hospitalizadas con síntomas de envenamiento, dijo la portavoz del Ministerio de Salud, Fátima Mayorga. Algunos permanecían en unidades de cuidados intensivos con pronóstico reservado.
Los intoxicados trasladados a Managua eran sometidos a hemodiálisis, la forma más rápida para eliminar el tóxico de la sangre de los afectados, indicó Mayorga.
Daños. Los pacientes presentan afección en el cerebro, riñones, corazón, nervio óptico, vómitos y mareos, entre otros daños provocados por altos niveles de metanol, según la autopsia practicada.
Los casos de intoxicación, que inicialmente se focalizaban en dos balnearios de León, se han extendido al área urbana y a otros municipios del departamento del mismo nombre, lo que mantiene alarmada a la población y a las autoridades.
Decenas de familiares y curiosos se aglomeraban en las afueras del hospital metropolitano de León para conocer la situación de los afectados, donde se producían dramáticas escenas por los decesos que se reportaban.
La letalidad del alcohol conocido popularmente como guarón lija , se agrava porque las personas que toman asocian los síntomas a efectos del exceso de beber.
Ante eso, acuden tardíamente al hospital, cuando hay muy poco que hacer para salvarles la vida, explicó Mayorga.
El Ministerio de Salud movilizó desde Managua a personal de enfermería y laboratorios, médicos y estudiantes de medicina para atender la emergencia al hospital Metropolitano de León.
"Constantemente recibimos llamadas sobre nuevos casos", dijo el trabajador de emergencias Eleazar Eugarrios. “Es horrible, desgraciadamente presumimos que morirá mas gente”, agregó.
Eugarrios dijo que llegaron ambulancias adicionales de Managua para ayudar a manejar la crisis y que varias personas fueron trasladadas a la capital luego de que el hospital local se quedó sin camas disponibles.
El alcalde de León prohibió temporalmente la venta de cualquier alcohol. La Policía cerró locales de venta y confiscó unos 5.000 litros de licor casero.
“El que tome guaro se muere”, advirtió la ministra de Salud, Margarita Gurdián, en un desesperado intento por persuadir a la población.