Managua. AFP. Nicaragua enfrentaba ayer una tragedia sanitaria a causa de una intoxicación masiva con licor adulterado con metanol que dejaba al menos 45 muertos y 600 intoxicados, informaron fuentes oficiales.
La emergencia sanitaria comenzó el 3 de setiembre en Poneloya, jurisdicción de León, donde varias personas consumieron aguardiente en un bar.
Las autopsias practicadas a las víctimas indican que los decesos fueron ocasionados por intoxicación con metanol, una sustancia mortal que habría sido mezclada con guaro lijón, un aguardiente de consumo popular que se obtiene de la destilación de la caña de azúcar.
A pesar de las prohibiciones establecidas por el Ministerio de Salud para detener las venta y consumo del aguardiente envenenado, la gente siguió bebiendo el licor en bares que desacataron las medidas, lo que provocó que el mal se extendiera hacia Chinandega.
Las autoridades presumen que el aguardiente envenenado fue importado de Honduras o El Salvador, donde hace seis años se registró una intoxicación similar que dejó 120 muertos.
La Fiscalía presentó el lunes en los tribunales al primer sospechoso de vender el aguardiente adulterado, mientras al menos 11 más se encuentran bajo investigación.