Múnich. AFP. Las críticas del papa Benedicto XVI a la yihad o guerra santa han estremecido el mundo del Islam, que lo acusa de haber tergiversado su esencia al considerar que estableció un símil entre su religión y la violencia.
Las declaraciones del Papa en su último día de gira por Alemania generaron un terremoto de declaraciones de responsables musulmanes, indignados por unos comentarios que, según ellos, avivan el desasosiego en un mundo donde consideran que ya cargan sobre sus hombros con el peso de suficientes estigmas.
En realidad, las palabras de la discordia no son cosecha del Sumo Pontífice, sino citas de un diálogo entre un emperador bizantino y un erudito persa del siglo XIV.
"Muéstrame lo nuevo que ha traído Mahoma y ahí solo encontrarás cosas malas e inhumanas, como que ha ordenado difundir con la espada la fe que predica", citó Benedicto XVI al hacer una reflexión sobre religión y la violencia.
Las reacciones no se hicieron esperar y en Turquía Alí Bardakoglu, director del departamento de asuntos religiosos ante el gobierno, dijo que “no ve interés alguno para el mundo musulmán en la visita a Turquía de una persona con semejantes convicciones respecto al Islam y su profeta”, aludiendo la próxima visita del Papa.
En Kuwait, el secretario general del partido islamista Nación Islámica, Hakem al Mutairi, instó a todos los países musulmanes a llamar de vuelta a sus embajadores ante el Vaticano “hasta que el Papa se disculpe por el daño que ha causado al Profeta y al Islam”.
En Pakistán, dirigentes y analistas musulmanes estimaron que las afirmaciones eran “desafortunadas, lamentables e irresponsables.
Después de los reclamos, desde el Vaticano, las autoridades eclesiásticas intentaban aplacar los ánimos asegurando por diversos medios que el Papa es respetuoso del Islam.