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Injusto

Trabajar una larga vida, sacar adelante una familia, darles educación deseable, profesión; comprar una pensión con la Caja del Seguro Social; repito, comprarla, no obtenerla por medios que no son la honrada cotización de ley. Al obtenerla, cuando los salarios eran bajos porque la moneda valía, construí una modesta casa para albergar los dependientes, pagando mes tras mes, año tras año los abonos e intereses que el Banco o institución cobró al efecto.
Al final, una pensión modesta, no de privilegio, y una habitación digna, pero cargada de años.
Ahora al impuesto para inmuebles pretenden sumar otro para resolver problemas precarios.
Esto no es justo. Se deberán vender los inmuebles, reducirse, pagar por haber vivido sobriamente. Estaremos pagando al Estado incapaz un monto mensual por la única razón de que se vivió una vida austera, de trabajo honesto y procurando una vejez digna e independiente, casa de habitación y modesta pensión. Mientras tanto, las pensiones de lujo, millonarias, no se tocan, son sagradas.
Esto es algo inusitado y atenta contra todo principio de justicia.

  • POR Arturo Lizano Rojas
  • Opinión
Seguro Social
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