El hombre sospechoso de quemar el hospital Calderón Guardia ingresó, en la noche del lunes, en ese mismo centro médico en condición crítica tras ingerir una gran cantidad de tranquilizantes.
El falso enfermero, de apellido Ledezma, llegó en coma procedente del módulo 4-A de la Unidad de Admisión de San Sebastián.
Voceros de Adaptación Social confirmaron que el sujeto –sobre quien pesa una acusación por la muerte de 19 personas– recibía tratamiento antidepresivo.
Al parecer, Ledezma acumuló las pastillas que le prescribieron los médicos de esa cárcel.
"Su caso es increíble. Aquí llegó en estado pre mórtem (al borde del deceso). De momento, no podemos saber si afrontará secuelas.
“Todavía está en coma, pero ahora parpadea ante estímulos verbales", explicó Luis Madden, jefe del servicio de emergencias.
Varias visitas. El médico confirmó que, en las últimas dos semanas, Ledezma tuvo que ser llevado en tres ocasiones al Calderón Guardia por dolores abdominales.
“Le suministramos analgésicos (medicamentos para aplacar el dolor), no tranquilizantes. Yo lo noté esquivo e incómodo, algo deprimido”, agregó Madden.
Ledezma permanece vigilado durante 24 horas diarias por policías carcelarios.
Ayer, el personal médico pidió a la subdirección del hospital que a Ledezma en el futuro lo remitan a otros hospitales del Seguro Social.
“Quedaron (las altas autoridades hospitalarias) en enviar una nota a Adaptación Social.
“De momento no hemos detectado nada extraño, pero existe el riesgo de que alguien del personal quiera vengarse. Por esto no es conveniente que Ledezma se quede aquí en caso de que se recupere y necesite internamiento”, concluyó el jefe del servicio de emergencias.
La tragedia del Calderón Guardia ocurrió en la madrugada del 12 de julio del 2005.