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Washington. AFP y EFE. La campaña electoral subió de tono en Estados Unidos tras la aparición de un nuevo informe sobre la guerra en Iraq y el terrorismo, que enfrentó a demócratas y republicanos con una virulencia sorprendente a poco más de un mes de las elecciones legislativas.
La publicación, el martes, de algunas páginas de un documento de los servicios de inteligencia sobre Iraq y el terrorismo, en que se afirma que la guerra en Iraq "está formando una nueva generación de terroristas" , desencadenó duros choques verbales entre demócratas y republicanos.
“La verdad es clara”, aseguró el excandidato demócrata a la presidencia, John Kerry: “La arrogancia (del gobierno), su incompetencia y su ceguera ideológica nos deja con más terroristas que quieren matar a estadounidenses en el mundo”.
La mayoría republicana no se quedó atrás y trató a sus adversarios demócratas de “derrócratas” dispuestos a cualquier cosa con tal de “deformar la guerra contra el terrorismo”.
Ninguna de las últimas elecciones legislativas recientes de mitad de mandato provocó un debate tan agrio sobre seguridad nacional, afirmó el politólogo John Mueller, profesor en la Universidad del estado de Ohio, al menos desde las elecciones de 1970, dominadas por la guerra de Vietnam, o las de 1962, tras la crisis de los misiles con Cuba de ese año.
Tema clave. Los sondeos justifican la atención que los políticos dedican a la guerra en Iraq y al terrorismo, habitualmente a la cabeza de las preocupaciones de los votantes: la semana última la situación en Iraq era el tema más importante de la campaña para el 27% de los estadounidenses, seguido por el terrorismo (19%) y delante de la economía.
Consciente de que la guerra en Iraq es un elemento determinante del clima político, el gobierno decidió enfrentarlo, estimulada por los sondeos, que indican que los estadounidenses confían más en él que en la oposición para lidiar con la amenaza terrorista.
Con ese propósito parece hacer todo lo que está en sus manos desde hace algunas semanas para que la política antiterrorista, que se empeña en relacionar con Iraq, esté en las portadas de los diarios.
Algunos comentaristas de izquierda se inquietan por esta táctica, que dio dividendos al equipo de Bush en los comicios del 2002 y 2004, en que logró capitalizar a su favor las angustias de los ciudadanos.
“Al destacar la conclusión (de los servicios de inteligencia) de que la guerra en Iraq agravó la amenaza terrorista, los demócratas sirven a los intereses de Bush”, señaló Robert Dreyfuss, un comentarista del sitio de Internet progresista TomPaine.com.
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