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En Vela

No siempre lo bueno es difusivo por sí mismo. Hay que colocarle altoparlantes y expandir la buena nueva, sin desatender, sin embargo, el sabio consejo, en el orden privado, de que la mano izquierda no debe saber lo que hace la derecha. En cuanto atañe al interés público, la regla se invierte: las dos manos y todo el cuerpo deben saberlo todo.
¿A qué viene esta inusual introducción? A que, en estos días, con la oportuna publicidad sobre don Pepe algunos han pretendido privatizar su memoria y hasta sus ideas. No ha faltado quien lo ha equiparado a Juanito Mora no para exaltar su valor y su visión, sino para sacar a flote lo de los filibusteros y concluir así, de sopetón, que una nueva mesnada de estos se ha posesionado del país y hasta del gobierno. Contengamos la risa, pero el ridículo y la intolerancia no tienen límites.
Pues bien, oyendo y leyendo, leímos, el domingo pasado, la entrevista del periódico Al Día a Muni Figueres. ¡Qué mesura, qué visión, qué inteligencia! Espigamos algunas frases, con leves acotaciones. "El país tiene todo para modernizarse"(pero, una minoría vocifera y entorpece). “El país se está modernizando, pero disparejamente” (hay que emparejarlo, no atarlo ni encerrarlo). “Si se abren el ICE y el INS a la competencia internacional…debemos darles armas para competir”(no privatización ni férreo monopolio, sino competir desde una posición fuerte y de calidad). “Costa Rica tiene los elementos para un desarrollo beneficioso, pero necesita una mejor capacidad de gestión”(verdad catedralicia). “Hay en Costa Rica más clientelismo político de lo que debería ser y en las instituciones faltan prácticas apegadas a la realidad competitiva”(sin miedo, sin tacha y con sentido de excelencia).
Y ¿el TLC? “No se pudo, en mi opinión, haber negociado un mejor TLC. Costa Rica tuvo un equipo negociador excelente” (¿venta de la soberanía o soberana mala fe?). “Pero, cuando usted negocia un tratado, también está conviniendo un reacomodo en el modelo de desarrollo. Tal vez la nuestra tuvo ese defecto: la secuencia de las medidas no ha sido simultánea. No se debe abrir una economía sin velar por las consecuencias internas. El mayor reto es el TLC. No debemos preguntarnos por su ratificación, sino qué legislación lo acompañará” (sentencia firme).
“Costa Rica tiene la oportunidad no de copiar modelos, sino de convertirse en modelo. Lo hicimos una vez, ¿por qué no podemos hacerlo de nuevo?”(claro que sí podemos, pero algunos tienen miedo y perdieron el tren de las ideas). (De tal palo, tal astilla. Así hubiera hablado don Pepe). Amén.

  • POR Julio Rodríguez / envela@nacion.com
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