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La rapidez y facilidad con que se otorgan préstamos en las casas de empeño y algunas compra–ventas tiene un alto costo para los clientes.
Las casas de empeño cobran un interés mensual del 10% por el servicio que prestan y generalmente el plazo del financiamiento es de tres meses, que pueden prorrogarse mientras se paguen los intereses.
Estos negocios reciben los artículos a empeñar por un valor que varía entre una tercera parte y la mitad de su precio comercial.
Por ejemplo, si una persona empeña un televisor que vale ¢80.000, el monto máximo que le presta la casa de empeño es de ¢40.000. Por mes esta persona debe pagar ¢4.000 en intereses.
Si al cabo de los tres meses no se cancela la deuda total y el cliente no solicita una prórroga, el artículo pertenecerá inmediatamente a la casa de empeño, y esta a su vez que lo pondrá a la venta.
El precio al que se vende ese artículo es prácticamente tres cuartas partes su valor comercial. Para el televisor sería de ¢60.000.
Servicio caro. Un préstamo en una financiera cobra un interés mensual que varía entre el 3% y el 5%, con plazos de uno a tres años, pero muchas veces no financian montos inferiores a ¢50.000 y piden fiadores, lo que dificulta la obtención del préstamo a algunas personas que ven en las casas de cambio una solución fácil.
El servicio es caro pero se compensa por el poco papeleo y la rapidez con que se entrega el dinero, según Alexander González, administrador de la casa de empeños El Jordán en Desamparados.
Muchas personas necesitan el dinero para solventar una necesidad inmediata y a veces no son sujetos de crédito en los bancos o financieras o no pueden esperar el tiempo que tarda el trámite, por lo que aquí solucionan su problema de dinero, comentó González.
González añadió que si bien, personas de distintos estratos sociales acuden a empeñar, son las de clase baja las que más frecuentan el negocio.
En el país hay casi 158.000 hogares (898.000 personas) cuyos ingresos no les alcanzan para satisfacer las necesidades básicas.
De estas familias a casi las tres cuartas partes ni siquiera les alcanza para la comida, según se desprende de la Encuesta de de Hogares, del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
Diego Martínez, gerente de Prestamás, comentó que en los últimos cinco años se incrementó la demanda de los servicios de las casas de empeño y compra–ventas como una opción de financiamiento, de ahí la proliferación de estos negocios en las cabeceras de cantón.
La gente empeña prácticamente de todo, pero nosotros tratamos de recibir aquellos artículos que tienen mayor demanda en el mercado para facilitar la venta, si el cliente no logra asumir la deuda, manifestó Martínez.
Joyas de oro, electrodomésticos, equipos de sonido, televisores y herramientas, son los artículos que predominan.
Expansión. Tradicionalmente, estos negocios se concentran en San José centro.
Solo entre avenidas 3 y 1, calle 10 existen más de 30 de estos negocios. Incluso, algunas se ubican en un centro comercial que se construyó principalmente para la ubicación de las mismas.
Otras se han expandido fuera del centro de San José.
Por ejemplo, la tradicional "La Cueva" abrió sucursales en Desamparados y Guadalupe.
Prestamás, con seis años de operar, tiene sucursales en San José centro, Guadalupe, Ciudad Quesada, Limón, Puntarenas.
En el centro Desamparados, en una cuadra hay ocho casas de empeño, entre ellas Prestafull y La Internacional. En Ciudad Quesada hay siete, entre las que están El Cambalache, Alfasa, Solución, Buen Precio, La Villa.
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