Hace nueve años un grupo de productores decidió impulsar un proyecto para "diferenciar" el café de calidad del convencional.
“Era frustrante ver cómo se mezclaba un café de altísima calidad con grano revuelto con verde, sucio y con otros problemas y se pagaba igual”, dijo Xinia Chaves, presidenta de CoopePalmares.
El Instituto del Café de Costa Rica (Icafe) aprobó entonces que los beneficios reciban “café diferenciado” y lo paguen mejor.
Comenzó entonces una lenta revolución, al inicio difícil, pero que llevó a que hoy, por ejemplo, todos los asociados de CoopePalmares entreguen una parte de su café como tal.
José Ángel Vásquez, gerente de la cooperativa, dijo que este año alcanzarán cerca del 60% en esas condiciones de producción.