Nahr al-Bared, Líbano. AFP. El gobierno libanés dio posibilidad a la búsqueda de una solución pacífica en el campo de refugiados palestinos de Nahr al-Bared, en el norte del país, donde ayer seguían atrincherados islamistas rodeados por el ejército.
Unos "10.000 civiles, entre los que figuran niños muy traumatizados", siguen bloqueados en el campamento, indicó en un comunicado el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El ministro de Defensa, Elias Murr, afirmó el viernes que el gobierno “da posibilidades a las negociaciones políticas” para que cese el conflicto.
Pero “si las negociaciones políticas fracasan, el comando del ejército se encargará de llevar a cabo las acciones necesarias”, manifestó, sin precisar cuáles.
Mediación. Informaciones de prensa mencionan que se estaría dando una mediación de la parte de movimientos palestinos.
Cerca de 40 civiles lograron huir ayer por la mañana de Nahr al-Bared, informó un periodista de la AFP. El grupo, en su mayoría mujeres y niños, salió del campamento de donde los francotiradores les impedían antes de salir.
“Pusimos a las mujeres y niños adelante para que ellos (los islamistas) no dispararan contra nosotros”, dijo a periodistas Kassem Rabih, de 50 años.
“Al principio queríamos quedarnos, pues pensábamos que eso duraría solo unos cuantos días, pero las cosas duran y decidimos actuar”, agregó.
Miembros del grupo indicaron que otros refugiados quieren salir del campamento, pero esperan confirmación de sus allegados de que la vía es segura.
Ayer, más temprano, francotiradores impidieron a refugiados huir del campamento.
Los combates han causado hasta ahora 78 muertos, según un cálculo de medios de prensa.
El viernes por la noche, el jefe del Hezbolá chiita, Hassan Nasrallah, advirtió al gobierno contra un ataque del campo de refugiados, al mismo tiempo que reiteró su apoyo al ejército libanés.
Al mismo tiempo, el ejército libanés sigue recibiendo refuerzos en el norte del Líbano.
“No habrá indulgencia ni compromisos con los asesinos criminales”, advirtió el ejército, al reiterar que “la única alternativa para ellos es hacer respetar la ley y entregarse a la justicia”.
El ejército quiere la rendición de los miembros del grupo, responsables de ataques sangrientos contra las fuerzas del orden en el norte de Líbano.
Según el Ministro de Defensa, el grupo islamista mató a 33 soldados, “entre ellos 27 en su cuartel, cuando dormían”.
El ejército libanés afirmó que detuvo a más de 30 sospechosos.