Abrir Noticia Guardar

Hoy comienza reunión de Comisión Ballenera

Costa Rica anunció que votará a favor de la moratoria de la caza del animal La cifra de grandes ballenas capturadas se ha duplicado desde el año 2000

Anchorage, EE. UU. DPA. Lengua de ballena en salsa de soja, intestino de ballena rehogado con rábano picante o corazón de ballena en fetas: en el barrio de Sibuya, en Tokio, el restaurante Kujiraya atrae clientes con este tipo de especialidades en su menú.
Japón, que defiende la caza de ballenas como una tradición, Noruega e Islandia son los países que con mayor fuerza promueven que se levante una moratoria para la captura de estos cetáceos.
Durante la reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que comienza hoy en Anchorage, en el estado norteamericano de Alaska, continuará escalando la discusión por la prohibición mundial de la caza de ballenas que rige desde el año 1986.
Un grupo de costarricenses se manifestó ayer en la Plaza de la Cultura para que el país vote la moratoria de la caza de este mamífero, tal como ya anunció el ministro de Ambiente, Roberto Dobles.
Pese a la moratoria de la CBI, la cifra de las grandes ballenas capturadas se duplicó desde la temporada 2000-2001, cuando fue de 1.015 individuos, pasando a 1.921 en la temporada 2005/2006, según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), organización que lleva el registro de los cetáceos capturados, según la información que le suministran los miembros de la CBI.
Islandia y Noruega sostienen que no están obligados a respetar la moratoria debido a las reservas manifestadas de forma oficial.
Japón aprovecha una excepción, que prevé el acuerdo, de autorizar la captura de ballenas con fines científicos.
Una parte de la flota "científica" japonesa es, sin embargo, un buque factoría, que según la organización Greenpeace envasa a bordo productos confeccionados con carne de ballena, lista para ser comercializada.
Los tres países sostienen el principio de la caza de ballenas, pero no por motivos científicos.
En realidad la captura de los gigantes de los mares es en general un mal negocio. Cazadores de ballenas noruegos no capturaron el año pasado la totalidad de la cuota permitida de 1.052 rorcuales aliblancos, porque la gran distancia hasta las zonas donde habitan estos cetáceos en el Océano Glacial Ártico elevaba mucho los costos.
En Islandia está almacenada, porque quedó sin vender, la carne de siete rorcuales, según informaciones del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW).
Y Japón fundó una empresa de comercialización que busca colocar la carne de ballenas en las cocinas de los hospitales y los comedores escolares.
Pese a ello, Japón quiere expandir aún más la cacería de ballenas. Este país argumenta desde hace tiempo que la CBI es una organización de caza de ballenas y no de protección de estos cetáceos, como establecen sus objetivos, entre los cuales figura la tarea de regular las poblaciones para su aprovechamiento sostenible.
Apelando a la caza con fines “científicos”, Japón matará a unas 50 ballenas jorobadas. Para ello no requiere ninguna autorización de la CBI, ya que las cuotas de captura científica las decide cada país.
Escándalo
Pero en Alaska, Japón podría ser protagonista de un escándalo: cada cinco años se votan de nuevo las cuotas de captura especiales para los esquimales y otros pueblos para los que las ballenas son una fuente de alimentación imprescindible.
Observadores sostienen que Japón y sus seguidores bloquearán estas cuotas denominadas de subsistencia, si no se permite también a los cazadores japoneses realizar una captura semejante de ballenas aliblancas cerca de las costas.
Sin embargo, esta demanda de Japón tiene poca perspectiva de obtener el apoyo necesario de tres cuartos de los miembros, porque los países opositores a la caza de ballenas considerarían que es una forma de autorizar la captura comercial.
Pero la presión para levantar la prohibición de caza podría incrementarse en el caso de que Japón logre en la reunión movilizar nuevamente una mayoría de miembros que apoye la cacería de cetáceonual realizada en St. Kitts y Nevis, el bloque ballenero logró, con una escasa mayoría, aprobar una declaración que pide una “normalización” de la CBI, según la cual ésta debería concentrarse nuevamente en la regulación de una caza de ballenas sostenible.
Japón y otros países que también apoyan la caza de ballenas argumentaron que muchas poblaciones se recuperaron lo suficiente como para autorizar nuevamente la matanza con limitaciones.
Los ambientalistas no están de acuerdo. Según la Sociedad de Conservación de Ballenas y Delfines (WDCS, por sus siglas en inglés), se deben considerar las poblaciones regionales de especies de forma individual, y no su existencia global.
Como ejemplo, Nicolas Entrup, miembro de WDCS Alemania, mencionó a los cachalotes, cuya población mundial se estima en 360.000 ejemplares.
En una población frente a las islas Galápagos-Inseln, donde estos mamíferos marinos fueron cazados en el pasado, vive un solo macho maduro sexualmente. “Esto significa que allí tenemos una población absolutamente amenazada, pese a que a nivel mundial existen cientos de miles de individuos”, indicó.

  • Vivir
Germany
Notas

Este documento no posee notas.