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Paralizadas cirugías cardíacas en Hospital San Juan de Dios

40 pacientes quedaron esperando nueva programación de operaciones Dirección Médica busca solución temporal mientras compra equipo

Las cirugías cardíacas están temporalmente suspendidas en el Hospital San Juan de Dios pues la única bomba de circulación extracorpórea de ese centro médico se halla en revisión, luego de que la semana pasada tuvo un desperfecto que la sacó de servicio.
Aunque el problema ya fue corregido, las autoridades médicas no quieren arriesgar a los pacientes a enfrentar una nueva falla, dijo Ileana Balmaceda, directora médica interina del San Juan.
Esta situación perjudica a un grupo de 40 enfermos que están a la espera de una operación para corregir alteraciones en el músculo cardíaco.
La vida de muchas de estas personas depende de esa cirugía. Sin embargo, el Servicio de Cardiología les suspendió todas las operaciones la semana pasada.
Según se estima, cada semana en que el aparato pase detenido, 10 enfermos más se sumarán a la lista de espera.
Vital. La "bomba cardíaca", como también se la conoce, es un equipo que reemplaza las funciones coronarias durante las operaciones a corazón abierto.
Así, mientras los cirujanos de tórax corrigen problemas como válvulas y arterias obstruidas, la bomba hace de corazón, al poner a circular la sangre fuera del cuerpo del paciente.
La bomba del San Juan de Dios tiene más de diez años de trabajo continuo. Su vida útil ya se cumplió, según confirmó Balmaceda.
Además de estar obsoleta, ha venido presentando varios desperfectos, como el que la paralizó la semana pasada.
La Dirección Médica de ese centro apura la revisión de varias opciones para resolver el problema cuanto antes.
Según explicó Balmaceda, se busca un segundo criterio técnico sobre la bomba del hospital, pero, se valora también la alternativa de alquilar un equipo o comprar servicios a terceros mientras se adquiere un aparato nuevo.
La funcionaria explicó que ya se inició el proceso de compra del equipo, cuyo costo podría ser superior a $200.000 (¢104 millones).
“(La bomba) está reparada desde hoy (ayer para los lectores), pero no podemos garantizar que la otra semana no se pueda descomponer otra vez.
“Nosotros no vamos a someter a un paciente a un riesgo, si no estamos seguros de que la bomba esté bien”, enfatizó Balmaceda.
La funcionaria espera tener una decisión en un plazo que no supere las dos semanas pues, según dijo, el objetivo es evitarles complicaciones a los pacientes que esperan una cirugía.
“Esta bomba hay que sustituirla, independientemente de que la podamos usar”, agregó la directora interina.

  • POR Ángela Ávalos R. / aavalos@nacion.com
  • Nacional
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