Desde el primer minuto el conjunto salvadoreño no tuvo reparo en demostrar lo que llegó a buscar al Ricardo Saprissa: el rescate de un valioso punto, en la cancha más complicada del Grupo 3 de las cuadrangulares de la Concacaf.
No obstante dicha intención no fue como la de aquellos equipos que vienen a "colgarse del marco", sino que vino acompañada de un futbol aguerrido y un buen posicionamiento.
Eso si, tampoco se puede obviar la intención de sacarle un poco de aire al juego perdiendo tiempo en algunas oportunidades.
Incluso, el penal fallado por Eliseo Quintanilla en el minuto 42 pudo haber sido un botín de lujo para los cuscatlecos.
Pero, a fin de cuentas, ese primer tiempo probablemente salió como estaba planeado en el pizarrón del entrenador Carlos de los Cobos.
Los cerca de 2.000 salvadoreños que acompañaron al equipo querían ver más; sin embargo, el planteamiento del equipo blanquiazul no fue extraño. Va acorde con lo que muchos equipos profesan cuando están de visita.
Otra cara. En el complemento la tónica cambió, por el gol de Álvaro Saborio y por la iniciativa cedida por los ticos a ratos.
“El rival estuvo controlado, nosotros hicimos un buen juego. Lastimosamente Costa Rica tuvo la suerte que no tuvimos nosotros: anotar el penal”, dijo el estratega mexicano.
De igual forma opinó Román Sánchez, quien dijo: “Costa Rica no es el que se pensaba. Trabajamos mucho para este partido y eso se demostró con el futbol y la entrega en la cancha”.
El defensa Manuel Salazar comentó que “en este partido no hay culpable. Nosotros hicimos nuestro juego pero ellos anotaron la que tuvieron (...). A mi juicio a este equipo nada más le falta un poco más de paciencia, pero igual seguimos optimistas”.