Heredia. Es una fórmula que difícilmente falla: entrenador debutante es sinónimo de victoria.
Por alguna razón la añeja receta de la "escoba nueva" pone a barrer bien a los equipos. Quizás sea la motivación natural que entraña todo cambio. O algún truco del “profe” que surte efecto en plazos muy cortos dentro del vestuario. O quizás, los jugadores que tenían diferencias con el anterior cuerpo técnico aprovechan para ponerse las pilas y volver a empezar de cero.
Como sea, Ramonense disfrutó de la mano de Marco Octavio Barbosa una victoria cinco estrellas, de visita y ante uno de los equipos que en teoría aspira al título.
El brasileño apenas tuvo tiempo de dirigir unas cuantas sesiones de práctica. Se apoyó, eso sí, en los consejos del asistente Ronald Chaves, quien estuvo al frente del plantel en el triunfo que alcanzaron la semana pasada ante Liberia.
“Aposté a darle confianza a un sistema de 4-4-2” explicó Barbosa tras el encuentro, con un buen manejo del español salpicado por acento portugués. “Pero todo el mérito es de mis jugadores”.
El suramericano admitió que hacer el gol sobre el final del primer tiempo resultaba mejor que conseguirlo al inicio del partido. “Sabíamos que la presión iba a ser muy grande, teníamos que jugar con esas situaciones”, comentó.
Y también identificó qué deben mejorar para tratar de hacer más daño en el futuro: “Hay que corregir los pases de balón para contraatacar con más eficiencia”.
Disfrutar. Rodrigo Cordero, quien anotó el penal de la victoria, ensayó una explicación de por qué el equipo Ramonense cambió tanto en los últimos dos compromisos.
“El entrenador nos dijo que saliéramos a disfrutar. El jugador, si lo ‘chinean’ en el sentido de no estresarlo, rinde el doble, eso fue lo que vino a dar Ronald (Chaves) cuando llegó. Y también está el valioso aporte de los compañeros más jóvenes”, indicó Cordero.
El Rocky destacó esa capacidad del plantel para reaccionar luego de un inicio de campeonato que los sepultaba al fondo de la tabla.
“Muchos nos daban por muertos y era solo un asunto de cambio de actitud”, señaló en la maltratada gramilla del Eladio Rosabal Cordero, donde muchas veces defendió la camiseta local.