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Sin temor ante potencias que le llevan años de ventaja en preparación, el taekwondista Heiner Oviedo, nacido en Sabana Sur, enfoca su mirada en el miércoles 8 de agosto, día en que competirá en la categoría de menos de 58 kilos de los Juegos Olímpicos. Ambicioso, el atleta de 23 años sueña con colgarse una medalla, pues, según manifestó, aunque Costa Rica no sea una autoridad mundial en su disciplina, el trabajo realizado durante la preparación le da confianza para "pararse" ante cualquier rival.
A 20 días de pelear, ¿en qué etapa de la preparación está?
Afinando los últimos detalles, creo que el trabajo que hemos hecho ha estado bien. Hemos tenido fogueo internacional, el apoyo de la federación me ha ayudado a tener el roce internacional para estar al nivel que estoy. Ese roce con los mejores me ha hecho crecer como taekwondista, ahorita solo afinamos.
¿En el taekwondo qué significa afinar detalles?
Más que todo es ver estrategias, pues ya más o menos sabemos con quién nos puede tocar y entonces con base en eso estamos montando una estrategia, estamos viendo cuáles son sus fortalezas y debilidades –del rival– y trabajar lo mío.
¿Contra quién cree que le podría tocar en primera ronda?
Se supone que con Rusia, con el campeón de Europa (Alexey Denisenko). No he peleado contra él, lo vi en el Mundial y es un muchacho muy rápido que usa muy bien la pierna derecha, la delantera.
¿Ante un peleador así cómo se debe encarar el combate?
Creo que tenemos un estilo muy parecido, yo también tengo muy afinado lo que es el pie delantero, también tengo la patada de frente que me ayuda mucho.
¿El 8 de agosto cuántas peleas disputará si llega a la final?
Si llego a la final serían cuatro peleas, y ahí tendría medalla de plata fija. Si llego a la cuarta ronda –semifinales– y pierdo, iría a repechaje, y serían dos peleas más para buscar la medalla de bronce.
¿Le sorprendió haber conseguido el boleto olímpico?
No, es un trabajo constante, desde pequeño he estado con selecciones. En este ciclo olímpico estuve en los Juegos Centroamericanos, en los Centroamericanos y del Caribe y en Panamericanos. Sabíamos que era difícil clasificar, pero gracias a Dios se dio el resultado
¿Con 15 años de practicar taekwondo cuáles técnicas debía mejorar para las Olimpiadas?
Creo que la técnica ya la tenía, siempre me ha caracterizado la habilidad y velocidad, pero faltaba aumento de peso, era un poco más delgado, ahora soy más fuerte.
¿Cuánto tuvo que aumentar de peso y en cuánto período?
Tuve que aumentar cuatro kilos de pura fuerza, antes pesaba 54 kilos, pero en el proceso olímpico la categoría es de 58 kg.
¿Cuál es la sensación a muy poco de ir a su primera Olimpiada?
Espero que no sea la última, he trabajado fuerte para este momento, y doy gracias a Dios y la ayuda que me ha brindado el Comité Olímpico, el Icoder, el Comité Cantonal de San José y la federación.
Usted apareció cuando todos los ojos estaban puestos en otra persona (Kristopher Moitland), ello generó sorpresa y hace ver que hay más talento en esta disciplina.
En Costa Rica hay mucho talento. Siempre le dan pelota a los que están dando resultados internacionalmente, pero hay mucha gente bastante buena a la que no le dan mucha pelota, creo que eso es algo que el país debe mejorar.
¿De enero (cuando inició el trabajo) a hoy cuánto ha mejorado?
He mejorado como taekwondista y persona, siento que he subido mucho mi nivel con ese roce internacional, estar con los mejores me ha hecho confiar en mí, a la hora de la llegada sé que no me van a comer los nervios, sé que puedo pararme con cualquiera y darle pelea.
¿Eso es lo más difícil de manejar ahora, los nervios?
Sí, la hora de la llegada ya está cerca, pero el estar en los Panamericanos e ir a Abiertos Mundiales me ha dado confianza para pararme con los mejores. Los nervios siempre van a estar... sé que no me afectarán en la competencia.
¿Ha pensado en ese primer combate ante el ruso?
Sí. Un defecto que tenía yo era que era muy ansioso, siempre quería empezar ganando y creo que eso me perjudicó, ahora soy más tranquilo y espero a ver qué puede hacer el otro. Me gusta contraatacar y buscar la cabeza, creo que ese combate será muy cerrado, él es bastante alto, tiene buen alcance, pero tenemos una técnica bien estudiada.
No somos una potencia en el mundo del deporte, y siempre es difícil hacer algo a nivel olímpico –a excepción de Claudia Poll–, ¿para usted solo es ir y participar?
A mí eso de participar no, siempre es importante ir a unos Juegos Olímpicos, porque no es cualquiera, millones en el mundo desearían estar ahí. Hay quienes se preparan años para una olimpiada, nosotros talvez estamos como en pañales, siento que nos falta mucha preparación, fogueo y más apoyo económico por parte del gobierno, pero tampoco es imposible, en mi caso deseo ganar, voy con esa motivación. En mi corazón la meta es una medalla, no sé el color, talvez no sea la de oro, pero por lo menos estar entre los mejores.
¿Cuán cerca está de algo así?
En el taekwondo es muy relativo, puede suceder cualquier cosa, un nocaut o una lesión que lo saque a uno del combate. A la hora de la hora están los 16 mejores del mundo y no hay rival fácil ni difícil, todos vamos preparados y el que esté mejor ese día va a ganar.
¿Qué es lo más importante del taekwondo, la cortesía, modestia, honor, paciencia, autocontrol o el coraje (virtudes de la disciplina)?
Es un estilo de vida, llega el momento en que uno deja de competir y entonces queda le enseñanza.
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