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Prevén un duro verano

Déficit de lluvias en actual invierno incidirá en 2002

Probablemente usted lo ha notado: este invierno ha sido seco, con aguaceros irregulares y con menos inundaciones que en años anteriores.
Si esa es su apreciación, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) le da la razón. Según datos de esa entidad, la estación lluviosa del 2001 presenta un déficit del 30 por ciento con respecto a la cantidad de lluvia que, históricamente, cae sobre nuestro país.
"Ni siquiera hemos activado una alerta roja por inundaciones, cuando todos los años tenemos por lo menos una", ilustró Werner Stolz, jefe de Pronósticos del IMN.
Las consecuencias de este tímido invierno empezarán a aflorar en los primeros meses del 2002, con la llegada de la estación seca.
Según expertos y jerarcas de diversas instituciones, la escasez de agua provocaría condiciones de sequía en zonas como Guanacaste, y ocasionará racionamientos de líquido de parte de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
El sector energético quedaría libre de complicaciones, según declaró Pablo Cob, presidente del Instituto Costaricense de Electricidad (ICE), gracias al aporte de la estación hidroeléctrica de La Angostura, que inició operaciones en diciembre del año anterior.
Pero el panorama es menos optimista en otros campos. Los productores agropecuarios, por ejemplo, temen que el verano arruine buena parte de sus cosechas, y desde ya están trabajando en métodos para combatir la falta de agua.
En el caso de AyA, el margen de maniobra es más estrecho, según reconoció su presidente ejecutivo, Rafael Villalta.
"Que yo sepa, el único humano que ha sido capaz de crear agua fue Moisés, en la Biblia, cuando Dios le dijo que golpeara la roca con una varita. Para todos los demás, incluyendo a AyA, eso es imposible", ironizó Villalta.
El jerarca afirmó que impulsarán una campaña de ahorro como método para luchar contra la sequía.
"Arrastramos un enorme déficit de lluvias. La gente debe entender que el agua se agota, así que no se trata solo de pagar el recibo, hay que ahorrar porque si no en el verano habrá racionamientos", explicó el funcionario.
El jueves anterior, durante una comparecencia ante la Comisión de Medio Ambiente de la Asamblea Legislativa, Villalta informó de que atrasos en la ampliación del proyecto Orosi están provocando un déficit del suministro de agua en el área metropolitana de entre los 800 y los 1.000 litros por segundo.
Niño inocente
Esta vez, la irregularidad en el invierno no se debe al fenómeno de El Niño , un trastorno climatológico ocasionado por el sobrecalentamiento del océano Pacífico.
"Más bien estamos frente a una suma de factores, como el aumento en la intensidad de los vientos alisios y la irregularidad en la franja nubosa que viene de los dos extremos del continente", explicó Werner Stolz, jefe de Pronósticos del Meteorológico.
Para el funcionario, debido a la falta de agua los meses de marzo y abril del año próximo serán especialmente duros.
"Podríamos llegar a tener condiciones de sequía en algunas regiones, como el Pacífico norte. Sin embargo, aquí es importante destacar que Costa Rica cuenta con métodos de amortiguamiento que harán más llevadera la situación, como los sistemas de riego de Guanacaste", amplió Stolz.
La falta de agua afectará a todo el país, con excepción de la zona norte y el Caribe. "En estas regiones ha llovido como de costumbre, incluso un poco más, por lo que no se prevé que tengan problemas".
Según mediciones del IMN, hasta el pasado mes de setiembre en Alajuela había llovido un 33 por ciento menos de lo esperado.
En Liberia, el déficit de agua alcanza el 25 por ciento, mientras que en Puntarenas llega al 45 por ciento. Esto quiere decir que en el puerto del Pacífico solo ha llovido la mitad de lo que llueve todos los años (gráfico aparte) .
En guardia
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) ha tenido menos trabajo este invierno que en el mismo período de años anteriores.
Sin embargo, en materia de lluvias, la situación debe reflejar aquello de "ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre".
Por ello, la institución está preparándose para enfrentar las difíciles condiciones del próximo verano.
Según Lídier Esquivel, director de Gestión en Desastres de la CNE, la experiencia que acumularon en los veranos de 1997 y 1998 (más largos y secos que de costumbre) les ha servido como punto de partida.
"Tenemos un contacto estrecho con instituciones del gobierno y con cámaras de productores. Entre todos definimos un plan de acción para mitigar los efectos del verano en las zonas de Guanacaste y Puntarenas, y próximamente vamos a diseñar otros proyectos para el resto del país", aseguró Esquivel.
Los planes incluyen la apertura de pozos y el almacenamiento de pacas de alimento.
De acuerdo con Esquivel, estos programas de contingencia evitarían que en Costa Rica la eventual sequía provoque emergencias como las que vivieron este año Nicaragua y Honduras, donde la falta de agua azotó severamente a los sectores más pobres de la población.
"Aunque las condiciones meteorológicas sean similares en los países del área, hay factores sociales y de planificación que nos permitirán hacerle frente al verano", añadió el funcionario.
Estas previsiones podrían evitar que el sol del verano calcine excesivamente el territorio costarricense.

  • POR Gustavo Jiménez M.
  • Nacional
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