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Bush admite que CIA mantiene cárceles secretas en exterior

Traslado de presos en secreto había causado polémica con países europeos Bush justifica detenciones como forma de obtener información

Washington. EFE y AFP. El presidente de EE. UU., George W. Bush, reconoció ayer por primera vez la existencia de cárceles secretas de la CIA alrededor del mundo y anunció que 14 prisioneros en esos centros han sido trasladados a la base naval de Guantánamo.
Bush aseguró, en un discurso en la Casa Blanca, que el "pequeño número" de detenidos en esas instalaciones incluye a sospechosos de la planificación de los atentados del 11 de setiembre del 2001 contra Washington y Nueva York y a responsables de atentados contra intereses estadounidenses en Yemen, Kenia y Tanzania.
“La fuente más importante de información sobre dónde se esconden los terroristas y lo que planean son los propios terroristas”, aseguró Bush, quien señaló que “fue necesario trasladar a esos terroristas a un ambiente en el que pudieran ser mantenidos en secreto, interrogados por expertos y, en caso de ser apropiado, perseguidos por sus actos terroristas”.
Hasta ayer, el Gobierno estadounidense no había admitido la existencia de cárceles secretas del Servicio Central de Información (CIA), que salieron a la luz el año pasado en un artículo publicado por The Washington Post .
Defendió el programa al señalar que ha permitido obtener información clave sobre actividades terroristas que ayudó a prevenir ataques no solo en EE. UU., sino también en Europa y otros países.
Rehusó ofrecer detalles sobre las tácticas de interrogatorio en las prisiones de la CIA, aunque aclaró que no suponen tortura.
Aseguró que los 14 terroristas que han sido trasladados a Guantánamo recibirán la protección de las Convenciones de Ginebra.
“Seguirán siendo tratados con la dignidad que niegan a otros”, dijo Bush durante su discurso ante familiares de víctimas de los atentados del 11 de setiembre.
Por su parte, John Bellinger, director legal del Departamento de Estado, se negó a dar pistas sobre dónde se localizaban las prisiones, para no revelar a al-Qaeda los procedimientos de EE. UU. y para mantener la cooperación con los países donde se encontraban los centros clandestinos.
“Agradecemos a los países que han estado dispuestos y han podido colaborar con nosotros en la lucha contra el terrorismo mediante la entrega de detenidos”, dijo.
Una investigación del Consejo de Europa apuntó en junio que hay indicios de que Polonia y Rumanía albergaron esas cárceles.
Críticas. Además, reveló que 14 países europeos, incluida España, participaron de forma activa o pasiva en los traslados ilegales de presuntos terroristas en vuelos de la CIA a las cárceles secretas.
El presidente estadounidense reconoció que las prisiones de la CIA, las detenciones en Guantánamo, y los métodos de interrogatorios agresivos calificados de tortura por grupos pro derechos humanos, han afectado en algunos casos las relaciones de Estados Unidos con sus aliados.

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