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Quito. Reuters y AFP. El candidato izquierdista Rafael Correa subió al segundo lugar de las preferencias de cara a las elecciones presidenciales de Ecuador.
Con promesas de masivos programas sociales para los pobres y de reducir el pago de la deuda pública, el aspirante se acercó al líder de las encuestas, el socialista León Roldós.
Correa, un seguidor de los postulados del mandatario venezolano, Hugo Chávez, concentró el 15% de las preferencias para los comicios del 15 de octubre según la encuestadora Informe Confidencial. Eso lo pone a cinco puntos de Roldós, quien bajó nueve puntos respecto a julio.
El popular economista Correa esgrime un discurso de izquierda radical y sus propuestas mantienen en alerta a los inversionistas en Ecuador.
Tiene 43 años y aunque fue ministro de Economía, se consolida como la sorpresa de la contienda, pero no cuenta con un partido tradicional que lo respalde por lo que se presentó bajo el alero de la coalición Alianza País.
La medición mostró que ninguno de los 13 candidatos inscritos obtiene el respaldo suficiente para ganar en primera ronda (50%) y que se requeriría de una segunda ronda entre Roldós y Correa.
Cuestionamientos. Ramiro González, candidato a la vicepresidencia de Roldós, retó a Correa a que aclare el origen de la que llamó "multimillonaria campaña", sugiriendo que detrás está la sombra del presidente venezolano.
“Hay otros que siendo financiados por Chávez dicen que no lo conocen y que no tienen nada que ver con él; unos que están pintando de verde al país”, declaró González aludiendo a los colores de la propaganda de Correa.
Alianza País rechazó como una calumnia las imputaciones y aclaró que la relación de Correa con Chávez se limita a una “amistad” similar a la que tiene con los presidentes de Argentina, Brasil, Chile y del Gobierno español, según Gustavo Larrea, del buró político.
Correa visitó en agosto a Chávez en Caracas aunque a su regreso no brindó mayores detalles de lo hablado con el venezolano.
En contraataque a los cuestionamientos, Correa denunció ayer el riesgo de un posible fraude y llamó a sus simpatizantes a impedir que les roben votos en las mesas electorales.
“Tenemos claro que estamos jugando en cancha inclinada y árbitro vendido, y eso lo tiene que saber el pueblo ecuatoriano para que no nos roben debajo de la mesa lo que vamos a ganar legítimamente en las urnas”, enfatizó el economista Correa.
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