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París. AFP y DPA. Los servicios de inteligencia saudíes "tienen la convicción" de que Osama bin-Laden, jefe de la red terrorista al-Qaeda, falleció de tifus, según documento de los servicios secretos franceses, fechado el 21 de setiembre y publicado en un diario regional francés.
Por su parte, los gobiernos de Francia, Estados Unidos y Pakistán (donde habría fallecido), informaron que hasta anoche no podían confirmar la noticia.
La información recopilada por los saudíes, dice el diario francés L’Est Republicain , indica que bin-Laden murió en Pakistán el 23 de agosto del 2006 de un caso muy grave de fiebre tifoidea que le provocó una parálisis parcial de sus órganos internos.
El informe utilizado como fuente lleva el sello “confidencial defensa” y las iniciales del servicio secreto francés e indica que Arabia Saudí tuvo por primera vez esta información el 4 de setiembre y que estaba esperando a tener más detalles antes de hacer un anuncio oficial.
A la versión del periódico se sumó ayer mismo la edición en línea de la revista estadounidense Time, en la que se señala que funcionarios saudíes recibieron “múltiples reportes creíbles” de que bin-Laden está gravemente enfermo, y con una “alta probabilidad” de estar muerto en este momento.
“Esto no es un rumor. Está muy enfermo, tiene una enfermedad que contrajo por tomar agua contaminada y que podría ser terminal”, citó Time a la fuente.
Reacciones. El presidente francés, Jacques Chirac, se declaró sorprendido ante la publicación de la nota de los servicios secretos y agregó que la muerte del líder de al-Qaeda “no está en absoluto confirmada”.
La Dirección General de Seguridad Exterior, encargada de los servicios secretos franceses, rechazó, asimismo, corroborar el contenido del documento, y por el momento, no ha habido ninguna reacción oficial de las autoridades de Arabia Saudí.
Fuentes pakistaníes y europeas que siguen de cerca las actividades de la red terrorista tampoco respaldaron la información y recordaron que la muerte de bin-Laden ha sido anunciada, pero no probada, en reiteradas ocasiones.
En enero del 2002, el presidente pakistaní, Pervez Musharaf, opinó que el islamista había muerto de insuficiencia renal y en julio del mismo año, Dale Watson, jefe del FBI, dijo que “quizá está muerto”.
En septiembre del 2005, un oficial de EE. UU. afirmó que bin-Laden estaba enfermo y buscaba tratamiento, pero en enero y en mayo de este año el líder terrorista reapareció en grabaciones de audio.
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