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Evo Morales está usando los tribunales para castigar a exfuncionarios. Planea enjuiciar a unos 150 por cargos que van desde "genocidio" hasta “daño económico al Estado”. Pero el Gobierno prácticamente no ha presentado pruebas.
Esta no es la única demostración del primitivismo social de Evo. Por otro caso, busca instaurar una justicia “originaria” (supuestamente de antepasados indígenas), similar a la de los grupos fundamentalistas islámicos. Según el historiador Carlos Mamani Condori, en este sistema “los castigos, que pueden ser con azotes, con una multa... apuntan a la vergüenza pública... en casos extremos se puede llegar a la pena capital... La infidelidad, la separación o la homosexualidad reciben castigos muy severos”.
Evo quiere que esta “justicia” quede incluida en la nueva Constitución, la cual pretende imponer con el 50% de los votos de los asambleístas, cuando la convocatoria original a la Asamblea constituyente fijaba el porcentaje en dos tercios. Así las cosas, el presidente Morales está fortaleciendo a las Fuerzas Armadas con más funciones, presupuesto, equipamiento y participación en “macrodecisiones”. “La mejor garantía es el pueblo organizado junto a las Fuerzas Armadas”, aseguró al mejor estilo revolucionario estalinista.
Es importante el apoyo del venezolano Hugo Chávez, que ya envió donaciones, personal y equipo militar. Así, Evo Morales rinde pleitesía en la corte del rey Visa: con él todo se compra, aunque no tiene fecha de vencimiento. Los precios del petróleo le permiten repartir millones en sus famosas “misiones” sociales (made in Cuba), que no son sino votantes con sueldos misera- bles, pero cautivos. Además compra propaganda y voluntades.
Mientras que Chile sigue siendo la economía con mayor libertad en América Latina, en el puesto 20.° a escala mundial (excluida Cuba), según el Cato Institute, Venezuela es el país con menor libertad económica de la región, en la posición 126.°. Así el presidente venezolano maneja toda la economía y compra las voluntades que quiere.
“Vamos para el 2021”, aseguró Chávez, y era solo broma, ya que después se corrigió: “mejor me quedo hasta el 2030”. Y agregó: “... habría que modificar la Constitución para que la reelección sea indefinida”. Para esta reforma constitucional convocaría a un referendo en el 2010. Pretende quedarse en el poder sin fecha de vencimiento, como Fidel Castro y el resto de los dictadores de América Latina conocidos: Gómez, Somoza o Trujillo.
Mientras en estos menesteres andan reyes y talibanes, en el sótano de una casa porteña, 20 hombres, mujeres y niños mal alimentados trabajan desde las 7 a. m. hasta las 2 a. m. cosiendo prendas. Miles de inmigrantes trabajan en condiciones remozadas de esclavitud en Buenos Aires y São Paulo. “Lo que más me golpeó fue que los trabajadores no pusieran un pie fuera de la puerta porque, cuando veían a un policía, se orinaban de miedo, por temor a que los metieran presos (ya que son “ilegales”)”, narra el periodista boliviano Roberto Navia que, para investigar, se internó como inmigrante.
“La gente se quiere ir (de Bolivia) desesperadamente”, dice Miguel Quintanilla, quien preside una ONG. En cualquier caso, la culpa de Morales es mayor, ya que sus leyes laborales y demás regulaciones estatales provocan el desempleo y pobreza al punto de que los sueldos hasta de US$300 mensuales en el exterior son irresistibles. “Muchos trabajadores sometidos están agradecidos porque les dan un techo para cobijarlos e incluso están mejores que acá”, agrega el periodista.
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