San Ramón. Molesto por denuncias presentadas en su contra, un profesor pensionado se vengó del quejoso al dispararle en la cabeza antes de suicidarse en un potrero del barrio El Burial, en Piedades Sur, unos 18 kilómetros al oeste de esta ciudad.
El diferendo enlutó a las familias del educador pensionado Ronulfo Campos Jiménez (de 65 años y conocido como Tropa) y el agricultor Luis Ángel Jiménez Montero (61 años).
Ellos mantenían una disputa desde hace tres meses, cuando Jiménez denunció ante las autoridades un presunto acoso –en perjuicio de una hija– por parte de Tropa, dijeron testigos.
Ayer en la madrugada el pensionado se presentó a la casa de la familia Jiménez. En sus manos llevaba una bomba de fabricación casera, la cual fue confeccionada con una mecha y gasolina.
Carlos Eduardo Salas –primo del agricultor– contó que a eso de las 2 a. m. Tropa llamó a la puerta. Enojado al no obtener respuesta, quebró una ventana y lanzó el explosivo dentro de la vivienda.
Homicidio. Luis Ángel Jiménez se levantó a apagar la conflagración. "En ese momento le dispararon desde afuera. Luego Ronulfo (Campos) se fue detrás de la casa y se tomó un veneno", contó el testigo Carlos Eduardo Salas.
Parientes de Jiménez dijeron que el hecho estuvo precedido de una serie de amenazas y tentativas de homicidio.
“Varias veces ese hombre (Campos) intentó atacar a mi hermana. En una ocasión la agredió con un cuchillo cuando se dirigía al colegio. Esa vez una compañera la salvó al tomarla del brazo.
“Otro día trajo una botella de leche. Mamá la notó extraña, como cortada. Se la dimos al perro y se murió”, contó Luis David Jiménez, uno de los hijos del agricultor asesinado.
Por esos dos hechos el campesino interpuso denuncias ante el Ministerio Público.
“Una vez lo detuvieron (a Campos) y en dos horas lo dejaron libre, pese a que le encontraron un cuchillo y un frasco con veneno”, sostuvo el hijo de Jiménez.
Conforme su versión, la Fiscalía argumentó en los dos casos que no existían suficientes pruebas para ordenar prisión preventiva en contra del exeducador.
Luis Ángel Jiménez era padre de nueve hijos. Tenía dos años de vivir en Piedades Sur. De acuerdo con sus vecinos, se caracterizaba por su generosidad, a tal grado que brindaba albergue y daba comida al hombre que a la postre le arrebató la vida.