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Opositor asestó duro golpe y amenaza a favorito Lula

Presidente Lula deberá conquistar voto en estados ricos si quiere ganar Segunda vuelta será el 29 de octubre precedida por una durísima campaña

Brasilia. Reuters. Además de sortear los esperados embates de su adversario por escándalos de corrupción en su partido, Luiz Inácio Lula da Silva deberá conquistar votos en la rica región del sureste si quiere ser reelegido en la segunda ronda de comicios presidenciales brasileños.
Favorito para ser reelecto en la primera vuelta electoral del domingo hasta pocos días antes de los comicios, Lula tropezó con los escándalos de su propio partido, explotados por el socialdemócrata Geraldo Alckmin hasta torcer los vaticinios y forzar a una segunda vuelta el 29 de octubre.
El mandatario, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), obtuvo el 48,61% de los votos válidos emitidos contra un 41,64% que logró Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). No logró el 50% más uno de los votos necesarios para ganar en primera ronda, el domingo, pese a que todos los vaticinios lo daban como ganador.
Según analistas, los 27 días que restan para la nueva votación estarán marcados por la amplificación de las más recientes evidencias de corrupción en el PT de Lula, que aparecieron 15 días atrás cuando dos militantes fueron detenidos con grandes fajos de dinero.
"La nueva campaña que se inicia será una batalla de escándalos", pronosticó Luciano Dias, del Instituto Brasileño de Estudios Políticos (IBEP), una empresa consultora con base en Brasilia. “Alckmin puede ganar”, agregó.
En problemas. Carlos Lopes, de la consultora Santa Fe Ideias, coincidió. “Lula dijo que iba a a ganar en la primera vuelta. Entonces perdió y ahora tiene problemas. No tiene espacio para crecer en el noreste y en el sureste su ventaja es ajustada. Es favorito pero va a una elección abierta con ese favoritismo amenazado”, consideró.
El analista también pronosticó una virulenta continuación de la campaña.
“Será un momento durísimo, en el que se presentarán denuncias sobre el origen del dinero, escándalos (...) Alckmin necesariamente va a colocar eso”, añadió.
Las diferencias entre Lula y Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), se achicaron drásticamente en los dos días previos a la elección, cuando se filtraron a la prensa fotos de los fajos con los que el PT quería comprar documentos buscando asociar a la oposición con actos de corrupción.
La policía aún no ha determinado el origen del dinero, algo que el candidato opositor, un médico de 53 años que parecía virtualmente derrotado pocos días antes de la elección del domingo, buscará que se conozca en la campaña.
Alckmin garantizó, tras su inesperado buen desempeño, que tiene posibilidades de ganar la elección tras su victoria en 11 estados, entre ellos Sao Paulo y Rio Grande do Sul.
También aseguró que se apoyaría en los liderazgos del electo gobernador de Sao Paulo, José Serra, y el reelecto de Minas Gerais, Aecio Neves, ambos con expresivas votaciones en claves estados del país.
Lula rompió el silencio ayer cuando, sonriente y optimista, dijo que ganaría en la segunda vuelta, y calificó de “desatino” y “tiro en el pie” la acción de su partido, que le costó el triunfo.
“Faltaron votos para vencer en la primera vuelta, ciertamente no nos van a faltar para vencer en la segunda vuelta”, aseguró el mandatario.

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