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Cartago. Por fin salió el sol en el Fello Meza. Un brillante primer tiempo y un respetable trabajo de contención en el segundo le permitieron al Cartaginés obsequiarle a su afición la primera victoria como locales.
Tuvo que pasar casi una vuelta completa para que los brumosos festejaran en su propia casa. Mientras el momento de alegría llegaba, los parciales blanquiazules debieron tolerar palizas ante Saprissa y Alajuelense y un empate frustrante con San Carlos, entre otros malos momentos.
Esta victoria ante Pérez Zeledón es el segundo resultado positivo de los brumosos en forma consecutiva, luego de poner contra las cuerdas a Puntarenas la semana anterior en el Lito Pérez.
Solo que el triunfo se les fue de la mano en un caro descuido de último minuto y debieron conformarse con un punto.
Esta vez, frente a los generaleños, el cuadro de Rónald Mora pudo tomar un segundo aire cuando su oponente se le venía encima, y consiguió un tercer gol que preservó la victoria y alejó cualquier fantasma pasado.
Estas dos buenas presentaciones sugieren que, quizás, el Cartaginés empiece a despertar, luego de un inicio del Apertura muy pobre que estuvo debajo de cualquier expectativa.
Ahora, la inyección de cuatro puntos en dos juegos alimenta el sueño de llegar a la siguiente fase, aunque sea en el cabús del cuarto lugar del grupo B, que ocupa precisamente Pérez Zeledón.
Los generaleños perdieron la oportunidad de tomar más distancia sobre los brumosos en la disputa por el cuarto lugar.
Aunque quizás, lo que más debería preocupar al cuadro del sur no es el detalle numérico, sino el bajo rendimiento que exhibió, especialmente en la primera parte.
Cualquiera puede tener un mal día, pero este Pérez aparenta estar demasiado lejos del estado de gracia que les permitió llegar a una final nacional y a una final de Apertura en el pasado reciente.
La primera media hora fue particularmente desastrosa para los visitantes. Al descontrol que mostraron los generaleños en todas sus líneas abonemos, también, el buen desempeño de Cartaginés, que si jugara siempre así no condenaría a sus aficionados a las habituales cuotas de sufrimiento.
Talento. En la media cancha del cuadro local sobraba quién manejara la pelota con acierto.
Berny Solórzano, Esteban Sirias y la grata aparición de José Adrián Marrero le permitieron al conjunto de la Vieja Metrópoli adueñarse del cuero, crear opciones de gol y ponerse arriba 2-0 en solo 24 minutos.
Cuando Pérez Zeledón intentó enderezar el partido ya era demasiado tarde. Cartaginés pasó algunos apuros, especialmente tras el 2-1, pero sin perder la calma tuvo a raya a los sureños y hasta fabricó un gol adicional.
Con una alineación joven (tres novatos sobre el césped) los brumosos le evitaron otro domingo de espanto a sus seguidores.
Pero es solo un tanque de oxígeno para llegar a la segunda vuelta con opción de sobrevivir. Y al Pérez, el pésimo primer tiempo debe ser una llamada de atención si de verdad tiene aspiraciones.
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