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Cartagena (Guanacaste). La fiebre del futbol invade todos los rincones de esta comunidad del cantón de Santa Cruz, donde casi ninguno de sus 5.000 habitantes quiere perderse detalle de la final de Segunda División.
Doce kilómetros antes de llegar al centro de Cartagena, exactamente en el cruce de Belén sobre la carretera entre Liberia y Nicoya, las ventas de camisetas, banderas y gorras atestigua la ilusión de un pueblo que se sueña con tener un lugar en el mapa futbolero de categoría de honor.
Ayer, a las 3 p. m., las calles del centro de este lugar quinto distrito santacruceño sirvieron de escenario para una caravana de carros, en un recorrido que se extendió a Filadelfia, Santa Cruz, Lagunilla, Villarreal y otras regiones de la costa pacífica.
"Esto ha sido un gran acontecimiento, estamos con toda la fe de que el equipo sea campeón porque como jugamos en casa podemos sacar un buen resultado y rematar en Nicoya. Ha venido gente de acá que se había ido para San José y se trajeron a los tíos, primos, novias, esposas y a todo mundo", señaló Yorleny Peraza, de 31 años, y quien trabaja como dependiente en el abastecedor Mang Kwong.
Todos los vendedores de artículos alusivos a la final coincidían en que durante la semana habían logrado reunir buena cantidad de dinero.
"Por día hago más o menos entre ¢30.000 y ¢40.000 con los uniformes. La cosa pinta bien porque como estamos con la fiebre de la selección en el Mundial la gente anda entusiasmada con el futbol", declaró Édgar Aguilar, de 42 años y vecino de Hatillo.
Unos dos kilómetros antes de llegar al centro de esta comunidad, que tiene dos temporadas en la Segunda División, Luis Arroyo, oriundo de Alajuelita, montó su puesto de venta bajo unos árboles.
"Estaba haciendo unos ¢15.000 por día, pero luego bajó un poco tal vez porque hoy (ayer) todavía mucha gente trabaja, pero es seguro que el negocio se levantará", explicó.
El equipo sede cerró la jornada de ayer con una misa, a las 8 p. m., en la iglesia local.
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