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Houston (EE.UU.). Después de una "década prodigiosa" en la que se establecieron récords en cuanto al número de jonrones, incluida la espectacular lucha que protagonizaron el dominicano Sammy Sosa y Mark McGwire, finalmente parece ser que los lanzadores comienzan a ponerse a la par con los toleteros.
Por segunda temporada consecutiva disminuyó el numero de vuelacercas en las mayores y las anotaciones alcanzaron su nivel más bajo desde la campaña 1992.
El bajón coincide con la decisión de las mayores en cuanto a ampliar la zona de "strikes", según está definido en el reglamento del béisbol.
Sandy Alderson, vicepresidente ejecutivo del béisbol, admitió que la clave de la nueva situación no ha sido el declinar en el potencial de los toleteros sino en la mejoría de los lanzadores.
"Hemos visto el surgimiento de buenos lanzadores, durante los últimos dos o tres años", comentó Alderson, que también dijo que podía ser algo cíclico. "Es difícil de poder precisar si tiene ver la zona de "strike".
Alderson dijo que lo que si era una realidad es que el número de veces que los bateadores envían la pelota fuera del parque ha disminuido y lo pude seguir haciendo en un futuro.
Los marcadores bajaron a un promedio de 9,24 carreras por partido durante esta campaña, el más bajo desde el promedio de 9,20 que se alcanzó en 1992, de acuerdo con la compañía encargada de las estadísticas en las mayores, Elias Sports Bureau.
Hace tan solo tres años el promedio de carreras por encuentro alcanzó 10,58 por partido y lo toleteros eran los que imponían su protagonismo en el diamante.
En cuanto a los cuadrangulares, no estuvieron tan a la baja como el promedio de anotación, pero la pelota no está superando la valla con tanta frecuencia.
Después de que se alcanzase un promedio de 2,34 por partido en la temporada 2000, el promedio cayó a 2,25 el año pasado y 2,09 en la actual campaña recién finalizada.
"Los lanzamientos están alcanzando unos niveles en los que nunca habían estado antes", dijo el toletero y primera base de los Yanquis de Nueva York, Jason Giambi.
Solamente ocho bateadores, entre los que se han encontrado los dominicanos Alex Rodríguez y Sosa y cubano Rafael Palmeiro, alcanzaron más de cuarenta cuadrangulares en esta temporada, la mitad de los que lo hicieron en el 2000.
Solo 28 alcanzaron la cifra de 30 jonrones en comparación con los 47 que lo hicieron en el 2000.
En el apartado de las carreras impulsadas, solamente 36 jugadores superaron la barrera de las 100 o más, por debajo de los 47 que lo consiguieron hace dos temporadas.
El argumento entre los manejadores de los equipos es que el pitcheo en los últimos años ha sido muy bueno con la llegada de jóvenes valores que han aportado talento y calidad a la liga para reivindicar una vez más que los lanzadores son los que definen en el deporte del béisbol.
Inclusive los bateadores en pegar de hit también están teniendo problemas y lo demuestra el promedio de bateo de .261 que se registró este año, el más bajo desde que se dio .256 durante la temporada de 1992, mientras que le promedio de efectividad de 4.27 fue la mejor desde que en 1993 se alcanzó 4.18.
"La intención nunca fue la de reducir las anotaciones, sino hacer cumplir con la zona de strike, sin que tuviéramos idea de lo que iba a ocurrir", dijo Alderson.
No todo es negativo en todo el asunto, porque se logró reducir la duración de los partidos para dejarlos en un promedio de 2 horas y 52 minutos, cuatro y ocho minutos menos, respectivamente, en comparación con las temporadas del 2001 y el 2000.
El promedio de ponches no se incremento al quedar en 12,94, inferior al de 13,34 del año pasado, pero superior al del 2000, que fue de 12,90.
Las bases por bolas volvieron a incrementarse con un promedio de 6,70 comparado al de 6,51 del año pasado, aunque inferior al de 7,50 del año 2000.
Alderson explicó que cuando se modifica la zona de "strikes" para acercarse cada vez más a lo que dice el reglamento, el efecto inmediato es que los lanzadores comienzan a meter menos pelotas en la parte de afuera y más en la zona alta y baja.
"Lo más importante de todo es conseguir que el deporte del béisbol cada día sea más interesante y espectacular para los fanáticos", destacó Alderson. "El deber de los profesionales es tener que superarse cada día más en el diamante".
Edición periodística: Gerardo González y Juan Fernando Lara . Fuente: agencias.
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