Pedir una docena de rosas azules en la floristería podría ser un deseo normal dentro de poco tiempo. Y si no le gustan las rosas, quizá un ramo de petunias negras sea el que termine luciendo en el florero de su sala.
¿Ciencia ficción? En absoluto. Gracias al empleo de unas moléculas llamadas ARN "antisentido", capaces de alterar la síntesis de las proteínas que codifican el color, obtener nuevas y exóticas variedades de flores está a la vuelta de la esquina.
Además de ésta, la revista del diario español El Mundo recopiló algunas otras de las más sorprendentes novedades que podría traer consigo el nuevo siglo, como obtener jugo de naranjas sin naranjas o aspiradoras que funcionarán solas.
Este es un extracto de esas sorpresas:
Computador superveloz
Mil veces más rápido que el más veloz de los computadores actuales, dotado de una memoria de cuatro millones de bytes y capaz de hacer 32 billones de operaciones por segundo, el nuevo computador del grupo japonés NEC estará en el mercado en el año 2002.
Aldeas espaciales
La primera se llamará Alfa y estará terminada en el 2002, a 400 kilómetros de distancia de la Tierra. Tendrá el tamaño de dos campos de futbol y la capacidad de albergar a 10 astronautas, dedicados principalmente a la investigación de nuevos materiales y la síntesis de medicamentos.
Aspiradoras hand-free
Electrolux ha puesto a soñar a todos aquellos que se fastidian al aspirar la casa. Redondo, con radar de navegación que detecta los obstáculos a su paso, este nuevo modelo estará en el mercado muy pronto.
Vivito y coleando
Los japoneses comprobaron que así como un pez necesita 20 veces su peso para sobrevivir, congelado puede envasarse como una sardina. Una nueva tecnología permite resucitar una variedad de pez congelado al final de un viaje trasatlántico, para venderlo vivito y coleando.
Sin la naranja, por favor
Aunque el proceso no está disponible aún en forma industrial, científicos ya han conseguido reproducir in vitro las células responsables de producir el jugo de las naranjas.
Vacuna alimenticia
Gracias a técnicas de ingeniería genética, ha sido posible incorporar vacunas en papas y bananos, de forma tal que al ingerir esos alimentos las personas quedan protegidas frente a agentes infecciosos específicos.
Prendas eternas
Un método llamado Petretec permite abrir químicamente las moléculas de poliéster y descomponerlas en sus monómeros, que retienen todas sus propiedades originales. Eso hace que puedan ser reutilizados hasta el infinito. La tecnología fue desarrollada por Du Pont.