p. 2

Abrir Noticia Guardar

Libreta de apuntes

Nevó toda la noche del lunes y la madrugada de ayer martes. El invierno ottawense se nos mostró con toda su fuerza pero la vida sigue impertérrita.
Escasas horas hemos estado aquí pero lo confirmamos: se trata de una ciudad bonita, con gente bondadosa, amable, servicial como Orel, chofer del microbus en que viajamos, un exsoldado canadiense, exparacaidista, expolicía y un malabarista sobre la nieve.
Como canucks, así se conoce también a los canadienses.
Fue la Reina Victoria quien decidió en 1857 que Ottawa fuese la capital permanente de Canadá...a cierta segura distancia de la frontera estadounidense, según dicen boletines oficiales.
Por cierto, la prensa canadiense ve con recelo y amargura intentos que hay en el Congreso de los Estados Unidos por replicar en su frontera con Canadá el muro de seguridad con que se protege de sus vecinos mexicanos.
Los impuestos a la renta no son juegos aquí. Hasta un 50 % de tasas impositivas hay en algunos casos.
Por error ayer consignamos que quien recibió antenoche al presidente Rodríguez en Ottawa fue la gobernadora general de esta ciudad, cuando en realidad de toda Canadá.
Toronto nos espera hoy.

  • Nacional