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El interés y las preocupaciones sobre el monto de nuestra futura pensión surgen, casi siempre tarde, después de haber llegado a la mitad del camino. A esa edad la posibilidad de corregir cualquier desajuste ya se redujo. Cuanto más tiempo nos falte para pensionarnos, mayor el imperativo de revisar nuestro plan de pensión y las variables que la determinarán. Ayer La Nación informó – con base en datos de la Superintendencia de Pensiones (Supen) – sobre el impacto que tiene el rendimiento de los fondos en el monto de un futura pensión. Tomar las advertencias de la Supen con ligereza puede costar caro.
Una diferencia de tan solo un punto porcentual a favor en el rendimiento del fondo se convierte, al cabo de treinta años, en una pensión 25% mayor. La Supen determinó una diferencia hasta del 1,5% entre el mejor rendimiento neto y el peor (excluido el efecto de la inflación y de las comisiones) obtenidos por las operadoras durante los últimos 24 meses. Esta amplia diferencia amerita preocuparnos por cuál operadora de pensiones administra nuestras contribuciones.
A la hora de escoger operadora de pensiones (OPC) no solo hay que evaluar el rendimiento. La estabilidad o volatilidad de ese rendimiento a lo largo del tiempo también merece cuidado. La volatilidad en el rendimiento define el riesgo del fondo. Esa volatilidad se mide como la desviación estándar de la serie de rendimientos observados en el período. Una mayor volatilidad implica un mayor riesgo pues es más difícil de predecir el rendimiento. El binomio – rendimiento, volatilidad – nos ayuda a tomar una decisión más acorde con nuestra aversión o disposición al riesgo sobre cuál OPC escoger.
Cada uno tenemos diferentes aversiones o disposiciones a riesgo. Algunos preferimos sacrificar rendimientos potenciales a cambio de seguridad y otros preferimos lo contrario: el mayor rendimiento posible, aunque la probabilidad de alcanzarlo sea poca. La Supen ahora informará con regular periodicidad los rendimientos y el riesgo de todas las operadoras. Ayer sábado La Nación publicó la primera de estas mediciones de la Supen. La operadora con menor volatilidad es también la de menor rendimiento (Popular Pensiones). Así mismo, la operadora con mejor rendimiento (CCSS) es una de las que presenta mayor riesgo.
Idealmente quisiéramos escoger un fondo con alto rendimiento y baja volatilidad y mantenernos alejados del caso contrario. Sin embargo, la realidad dista mucho de ese ideal. Las escogencias no son tan claras y dependerán de las expectativas de cada persona.
En mi caso, al observar los rendimientos presentados por la Supen, decidí cambiar de operadora. La semana entrante trasladaré los fondos del régimen obligatorio de pensiones de la OPC Interfin-Banex a la del BAC San José. Según la información graficada en el reportaje de La Nación , estas dos operadoras presentan riesgos muy similares (2,0% y 1,9%, respectivamente) y la última obtuvo un rendimiento neto mejor (2,70% vs. 3,34%) durante los pasados 24 meses. Esta decisión no será permanente. Dentro de doce meses la ley me permite volver a cambiar. En ese momento analizaré las rentabilidades y la volatilidades de cada OPC, y quién quita me devuelva.
El sistema complementario de pensiones ha cumplido su propósito: nos puso a los costarricenses a ahorrar más y disminuyó la presión sobre el régimen solidario de invalidez, vejez y muerte de la CCSS. Sin embargo, con la experiencia acumulada puede mejorarse su estructura. El régimen requiere modificaciones que lleven a mejor rendimiento y menor volatilidad para los ahorrantes.
Por ejemplo, los patronos podrían depositar directamente los fondos de los trabajadores en la OPC que escojan sin pasar por el Sicere. Este aberrado sistema centralizado de recaudación cobra una odiosa e innecesaria comisión en perjuicio de nuestra futura pensión. Además, el ahorro obligatorio en el Banco Popular, cuyo rendimiento real es nulo, también debería trasladarse al fondo de pensiones sin esperar los dieciocho meses que actualmente permanece ocioso en ese elefante financiero. Las comisiones por aportes tampoco promueven mejores rendimientos. Las operadoras reciben estas comisiones por adelantado y, como se sabe, músico pagado no toca buen son.
Aunque estos cambios parezcan "pellizcos" al rendimiento, ahora ya sabemos cuán lejos pueden llegar. De pellizco en pellizco podríamos hasta duplicar nuestra pensión.n
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