Pete Sampras derrotó ayer a Patrick Rafter en cuatro sets para llevarse su séptimo título en Wimbledon y un inédito decimotercer campeonato Grand Slam.
Sampras derrotó a Rafter 6-7 (10), 7-6 (5) 6-4, 6-2 en un partido que fue demorado por lluvia y que terminó poco antes de las 9 p. m.
Después que Sampras obtuvo el ganador punto de match, alzó los brazos, se dobló, se cubrió los ojos con las manos, se mordió el labio inferior y comenzó a llorar.
Sampras subió a los graderíos y abrazó a su emocionado padre, Sam, y a su madre, Georgia, que acudieron por primera vez a Wimbledon para ver a su hijo.
Incluso el árbitro del torneo, Alan Mills, fue presa de la emoción y los ojos se le llenaron de lágrimas.
Más títulos
La victoria hizo de Sampras el triunfador con más títulos en la historia del "Gran cuadrangular" y confirmó su lugar entre los mejores, pudiendo ser el mejor tenista de todos los tiempos.
El norteamericano de 28 años igualó la marca de siete títulos de Wimbledon establecida por William Renshaw en la década de 1880, y superó el récord de 12 victorias de Grand Slam que compartió con el australiano Roy Emerson.
Sampras ha ganado 28 partidos consecutivos en Wimbledon, prolongando su marca ganadora a 53-1 en los últimos ocho años.
"Significó mucho para mí", indicó. "Mis padres están aquí. Fue muy importante para mí que pudieran compartir conmigo este momento".
"Me encanta Wimbledon. Esta es la mejor cancha del mundo. Es mi hogar fuera de casa".
Sampras pasó a ser el sexto jugador en la historia de Wimbledon que gana en cuatro años consecutivos. El último que lo logró fue Bjorn Borg, que ganó cinco consecutivos de 1976 a 1980.
Pete logró la proeza pese a sufrir de tendonitis en su pierna izquierda, lesión que le casó dolor la mayor parte de la tarde.
Pete Sampras ganó ayer el Abierto de Wimbledon por sétima vez.