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De los 103 asesinatos ocurridos en San José durante el año recién concluido, 20 no han sido aclarados, según las estadísticas de la sección de Homicidios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El primer caso sin resolver es el ocurrido el 4 de enero en barrio El Carmen de Paso Ancho, cuando asesinaron a balazos a Sergio Méndez Barrientos. También resta esclarecer la muerte, el 6 febrero, de Gílmar Alpízar Cedeño, ocurrida en Hatillo 1.
Permanece en el misterio el deceso de Vinicia Sánchez Muñoz, de 85 años, y su hijo Alfredo Sánchez Muñoz, de 60, hecho que tuvo lugar en La Verbena de Tejarcillos, Alajuelita, el 16 de febrero.
Otro crimen no aclarado es el de José Ángel Chacón Castro, muerto el 17 de marzo en Cerritos de barrio Luján.
Tampoco se sabe quién disparó contra Jorge Morales Chavarría, cuyo cadáver fue localizado el 20 de marzo dentro de su automóvil cerca del hotel San José Palacio.
Igualmente están impunes las muertes de Manuel Mora Araya, ocurrida el 19 de abril en barrio Luján, y la de Holman Díaz Andrade, acaecida el 21 de mayo en la ciudadela La Carpio, en La Uruca.
Pese a que la policía sabe quiénes dispararon contra Marco Tulio Calderón Muñoz, el 21 de junio en Higuito de Desamparados, le ha sido imposible hallar pruebas contra dos motociclistas involucrados.
Otros casos complejos son los asesinatos de Ántony Reyes Chévez, del 25 de junio en Moravia; de Roberto Charpantier Flores, el 22 de julio en Escazú, y de Carlos Roberto López Acosta, el 29 de julio en Paso Ancho.
En similar situación están los homicidios de Marcelino Rodríguez Sterling, del 2 de octubre en La Isla de Moravia; de Jonathan Sánchez Loría, el 9 de octubre en ciudadela La Carpio; de Salvador Herradura Rivas, el 15 de octubre en Curridabat; de Wílliam Montoya Álvarez, el 26 de octubre en Bello Horizonte, Escazú; de Manuel Arburola Cubero, el 22 de noviembre en Pavas; de José Pérez Pérez, ocurrido en Tibás el 27 de noviembre; de Rándal Barboza Salguero, el 29 de noviembre en barrio Amón y más recientemente la de un hombre de apellidos Alvarado Rivera, en el centro de San José.
Razones
Los investigadores recuerdan que ningún cuerpo policial resuelve la totalidad de casos, pero muestran inquietud porque el nuevo Código de Procedimientos Penales limitó las funciones de los policías.
Un jefe policial, quien pidió no ser identificado, comentó que ahora no pueden interrogar a nadie, sino simplemente entrevistar a los testigos en presencia del fiscal y el defensor; en caso contrario la prueba será ilegal.
Aceptó, sin embargo, que eso hace el procedimiento más "científico", porque las pruebas son especializadas. Explicó que en un crimen es fundamental, además de los relatos de los testigos, aportar exámenes médico-legales sobre restos de piel, pelo, sangre u otros indicios.
Algunos casos quedaron impunes el año anterior porque no se logró obtener la versión de testigos o pruebas incriminatorias, aunque el OIJ haya identificado a los responsables.
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