"El único significado que tuvo para Axel llegar a ser el 'niño del milenio' fue la publicidad que le dio la prensa.
"El Gobierno no se ha interesado para nada; nadie ha venido a preguntarnos qué queremos o qué necesitamos.
"Mire esta casa, llena de huecos por todos lados y no nos han dado un bono para la vivienda ni a mi mamá ni a mí, aunque las dos tenemos lotecito propio.
"Por dicha que el niño no se enferma –le ha dado catarro y bronquitis nada más–. No he podido asegurarlo porque no trabajo; alguien tiene que cuidar de la casa, ya que por aquí roban mucho.
"Ni siquiera lo he podido bautizar, porque no tenemos plata para hacer alguito. Una vez el padrino estuvo listo, pero no queremos hacerlo en seco.
"Soy madre soltera y mi mamá también lo fue; tengo cinco hermanos. Los menores viven con nosotros, otros han puesto casa aparte.
"El papá de Axel es un hombre casado, pero se ha portado muy bien con nosotros, y al niño le ayuda en lo que puede.
"El cuento del 'niño del milenio' es eso, un cuento, porque nadie se ha interesado por nosotros o por Axel. Yo quisiera que pudiera ir a la escuela y que llegara a ser algo, no sé qué, pero diferente a nosotros.
"Ustedes (los periodistas) se inventan las cosas y luego se olvidan de nosotros. No, no es que yo esperara más, pero es que sé que en otros países a los chiquitos que nacieron en esa fecha les dieron mucho, hasta casa y educación de por vida."