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Seúl (Corea). El suizo Joseph Blatter fue reelegido hoy presidente de la FIFA para el periodo 2002-2006, al imponerse en la votación al camerunés Issa Hayatou por 139 votos, frente a los 56 del candidato africano y dos nulos.
Blatter no necesitó llegar a la segunda vuelta para lograr la reelección, ya que logró más de los tres cuartos de los votos que establecen los estatutos de la FIFA.
El presidente de la Federación Internacional de Futbol sumó un total de 139, 8 más que los 131, del total de 197, que precisaba para evitar una nueva votación.
Blatter renueva, de esta forma, el mandato que obtuvo en 1998, cuando se impuso por mayoría simple al actual presidente de la UEFA, el sueco Lennart Johansson, que renunció a presentarse a la segunda votación.
El dirigente suizo, de 66 años, lleva 27 años ligado a la FIFA, de la que también fue secretario general durante los últimos ocho años del mandato de su predecesor, el brasileño Joao Havelange.
Enfrentado a su actual secretario general, Michel Zen-Ruffinen, a la UEFA y a cinco de sus vicepresidentes, que han interpuesto incluso una demanda judicial contra él, Blatter hizo valer la idea de que la situación económica de la FIFA es buena.
Además, presentó el proyecto de promoción del futbol, del que se benefician 117 países, el fin de la guerra legal con la Unión Europea y la implantación de un calendario unificado como principales logros.
El presidente de la Federación Internacional superó, el martes, un turbulento Congreso Extraordinario, en el que se le acusó de negar la palabra a la oposición, y tuvo que soportar duras críticas en el Congreso Ordinario, desde el discurso de bienvenida del coreano Chun Mung-Joon hasta la diatriba de su secretario general.
Blatter, en cualquier caso, salió airoso y sacó adelante el balance contable de su gestión y el presupuesto del próximo año sin problemas.
Fue apoyado por las grandes Federaciones europeas (España, Alemania, Italia y Francia), salvo Inglaterra, por la totalidad del futbol sudamericano, casi al completo por la CONCACAF y por algunos países de Africa y Asia.
Con asociaciones de tanto peso en contra, el camerunés Issa Hayatou, el primer candidato africano de la historia, no tuvo posibilidades de triunfo, pese a contar con el respaldo de los dirigentes de la UEFA, los más interesados en desbancar al actual presidente.
A Hayatou no le valió ni prometer "transparencia y democracia" en su gestión, ni asegurar que limitaría los mandatos a dos años y que publicaría el sueldo del presidente, ni proponer un reparto más justo de las plazas mundialistas.
Blatter, que sólo habló en términos generales de construir "la casa de la FIFA", logró su propósito de obtener otros cuatro años de mandato para completar su programa, pero ahora se enfrenta a la necesidad de buscar un complicado consenso, porque la fractura en el seno de la FIFA es casi absoluta.
Que durante todo el Congreso haya sobrevolado la añoranza a la época del brasileño Joao Havelange, que incluso intervino el último día para pedir paz, no es el mejor refrendo a su gestión.
Edición periodística: Gerardo González y Juan Fernando Lara . Fuente: agencias.
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