Las partes hablaron con palabras matizadas y una diplomacia digna de un pacificador en zona de guerra.
"Es lo mejor para la institución". "Es para fortalecer el cuerpo técnico". "No queremos perderlo".
Pero estas y otras oraciones solo envolvían una realidad: Enrique Rivers Gutiérrez será relevado muy pronto de sus funciones como entrenador titular del Deportivo Saprissa.
Así lo confirmaron ayer –luego del partido de los saprissistas ante Pérez Zeledón– tanto el presidente del club, Mínor Vargas, como Rivers.
"Vamos a fortalecer el cuerpo técnico. Vamos a poner a un entrenador experimentado a dirigir y someteremos a la consideración de ese nuevo técnico la colaboración de Rivers.
"La idea es defender el proceso y aprovechar el talento de Enrique en el club", expresó el titular morado.
Pero se queda
"No lo queremos perder y deseamos que él siga con su proceso de capacitación en un país de alto nivel futbolístico, ya sea en Europa o en Suramérica", agregó Vargas.
En la eventualidad de que ese nuevo encargado desistiera de los servicios de Rivers –ya sea como asistente o asesor– eso no significaría el alejamiento de Quique del club.
"Rivers se queda, eso es definitivo. Si no está en los planes del próximo entrenador, entonces lo podemos ocupar en otras áreas, como en ligas menores donde tenemos muchos planes", explicó Vargas.
De acuerdo con el jerarca de la "S", se tomarán "un tiempo razonable" para escoger al nuevo encargado del timón (sería el quinto en un año).
"No estamos tan desesperados. Serán 8, 10, 15 días los que tomaremos para la escogencia".
¿Nombres? Por el momento no hay nada en concreto.
Aunque se mencionaron a los de siempre, para los momentos de crisis: Carlos Linaris y Jorge Mario Olguín.
"Cero, absolutamente cero", aseveró Vargas.
Disciplinado
En la pequeña oficina que tiene contiguo al vestidor morado, Enrique Rivers atendió a la prensa.
Puso –como dicta el viejo refrán– buena cara al mal tiempo.
"Más que molestarme o dolerme, como saprissista, voy a respaldar las decisiones que beneficien al club".
El trago no era fácil de bajar, y por ello Rivers echó mano de su saprissismo para hacerlo menos amargo.
"Hemos conversado con Mínor Vargas y los dos buscamos lo mejor para la institución que tanto quiero.
"Él me dijo que yo debo seguir como parte del Saprissa y yo no tengo inconveniente en seguir en otro cargo.
"Yo intentaré prepararme aún mejor para un futuro cercano", agregó Rivers.
Para el estratega no representa ningún demérito continuar en otras funciones.
"Abandonar una situación difícil no entra dentro de mi naturaleza".
–Enrique, ¿quién dirigirá el próximo entrenamiento?
(Una sonrisa sustituyó la tensión del rostro, que dominó la conversación) –Sigo como entrenador y como parte de la familia saprissista.