Déficit y deuda. Se propone un reacomodo jurídico de activos del Estado, como la venta del Banco de Costa Rica al Nacional; como pago de la deuda del Gobierno con la segunda entidad.
Se divide al Ministerio de Hacienda, que se dedicará exclusivamente a un eficiente cobro de impuestos y la elaboración de presupuesto pasa al Mideplan.
Se reduce el gasto social (ahora se gasta el doble por política) y se reducen gastos superfluos en entidades estatales.
En tres años esperan un superávit de entre el 0,5% y el 1% del PIB .
Agricultura y comercio. Se subsidiará al productor y se evitará la importación de productos baratos, incluso acudiendo a normas sanitarias y de calidad, según se permita en los compromisos adquiridos por el país. Mantendrá su presencia en la Organización Mundial del Comercio ( OMC ) y se dará impulso especial a una buena negociación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Impulsará programas para la producción y la exportación con recursos de las cuentas corrientes captadas por bancos privados (unos ¢25.000 millones) y el Consejo Nacional de Producción ( ¢15.000 millones).
Reactivación económica. Se plantea un apoyo mediante subsidios y la protección de la producción interna, tanto agrícola como industrial. La asistencia no necesariamente será directa (ayudas) sino que puede ser mediante tasas de interés preferenciales.
Las tasas de interés bajarían , pero luego de que se alivie el problema del déficit fiscal.
Se reactivará el CNP con un fondo de ¢15.000 millones para el agro.
Pero el PAC, de nuevo, exigirá eficiencia a los productores. Por ejemplo, se pedirá a los productores del agro no trabajar solo seis horas diarias como lo hacen muchos ahora.
Sector financiero. No habrá más reformas del sector, si los bancos privados no cumplen con la creación del fondo para ayuda a productores establecido en la ley que eliminó el monopolio de cuentas corrientes.
La banca de desarrollo es un concepto y no una entidad, por lo que no es necesario tener un banco específico, sino un programa.
No es relevante el número de bancos que tenga el Estado, pero por ahora no se vende ninguno, pues son gancho para que banca privada realice programas de desarrollo. Los directores se nombrarán mediante concurso público .