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Lima. Decenas de dolientes se agolpaban ayer en la morgue para iniciar la penosa tarea de identificar a los 269 muertos que hasta el momento dejó un pavoroso incendio en el centro de Lima, mientras la policía realizaba operaciones de decomiso de juegos pirotécnicos que ocasionaron el desastre.
En el segundo día de búsqueda, los rescatistas seguían encontrando más cadáveres en las galerías de tiendas que ardieron como un polvorín, debido a la existencia de gran cantidad de explosivos y artículos pirotécnicos que se vendían en esa zona comercial, conocida como Mesa Redonda.
El lugar, donde ya en el pasado se han producido otros incendios y explosiones de menor magnitud, se ubica a cinco cuadras del Congreso y a ocho de la Plaza Mayor.
El del sábado es considerado el incendio más desastroso en la historia del Perú.
Temor y duda
"En este momento se tiene un total de 269 víctimas, todavía existen algunos locales pequeños que deben abrirse, esperemos no encontrar nada", dijo el almirante Juan Luis Podestá, jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil.
En la morgue central de Lima, personas angustiadas hacían largas filas llevando fotografías de sus familiares, radiografías y odontogramas, para facilitar el reconocimiento, pues la gran mayoría de cadáveres quedaron irreconocibles.
Bomberos dijeron que el incendio generó cerca de 1.000 grados de temperatura. Más de un centenar de personas fueron alcanzadas por las llamas y explosiones en la calle, al igual que unos quince vehículos, en cuyo interior quedaron calcinadas muchas personas.
Dentro de las galerías, algunos comerciantes para protegerse cerraron sus negocios con compradores dentro. En unos casos, los rescatistas hallaron entre 11 a 30 personas muertas en un solo local.
Muchas de las tiendas en las galerías vendían productos pirotécnicos, como también lo hacían vendedores ambulantes en la calle. Según la versión más difundida, un vendedor ambulante prendió un juego pirotécnico conocido como "chocolate", para hacer una demostración.
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