Abrir Noticia Guardar

Argentina suspende comicios

Intensas medidas de seguridad en Buenos Aires

Buenos Aires. Los principales partidos políticos en Argentina acordaron ayer suspender los comicios presidenciales convocados para marzo para darle estabilidad al mandatario interino que deberá asumir el gobierno en las próximas horas, en medio de una feroz crisis económica y política.
La decisión sobrevino mientras el peronismo se embarcó en una sórdida disputa para elegir a quién postulará en una Asamblea Legislativa que controla y que se reunirá este martes para eligir al sucesor del presidente interino Adolfo Rodríguez Saá.
Fuentes del partido –que gobierna la mayoría de las provincias argentinas– apuntaron al exgobernador de la rica provincia de Buenos Aires, el senador Eduardo Duhalde, como posible nuevo mandatario hasta diciembre del 2003, cuando debería haber finalizado la gestión del presidente radical Fernando de la Rúa que renunció el 20 de diciembre.
Total desconcierto
Los cambios de planes en las elecciones –convocadas hace ocho días por la Asamblea Legislativa que aceptó la renuncia de De la Rúa tras una sangrienta revuelta popular y nombró a Rodríguez Saᖠes una muestra del desconcierto de los políticos argentinos, acorralados por un descontento popular que viró hacia manifestaciones callejeras cada vez más violentas.
"Hay total acuerdo en que la Asamblea Legislativa debe elegir un presidente por dos años. Nos parece que, en el clima que se vive, es una locura llamar a elección" , dijo tras reunirse con líderes peronistas Federico Storani, presidente de la centrista Unión Cívica Radical (UCR) –el partido de De la Rúa– en la provincia de Buenos Aires.
La dimisión de Rodríguez Saá dejó al país acéfalo, y lo puso un paso más cerca del abismo, con la renuncia de dos mandatarios en apenas 10 días.
Mientras caía una fuerte lluvia sobre Buenos Aires, centenares de policías sitiaban la céntrica Plaza de Mayo, frente al palacio presidencial, que en las últimas dos semanas se convirtió en un campo de batalla donde miles de argentinos expresaron su furia contra una clase política a la que consideran corrupta hasta la médula.
En tanto, ahorristas se agolpaban ante la puerta de varios bancos para intentar retirar todos los fondos que le permite una restricción bancaria establecida a principios de mes y que fue uno de los desencadenantes de la ira popular.
La salida de Rodríguez Saá tendió un manto de incertidumbre sobre las medidas económicas que había anunciado en su corta gestión y que incluían la suspensión del pago de la deuda externa y el lanzamiento de una nueva moneda de flotación libre, que permitiría al país abandonar el régimen de cambio fijo que rige desde 1991.
El mandatario presentó el domingo por la noche la renuncia indeclinable a su cargo debido a que varios de los poderosos gobernadores de las provincias administradas por el peronismo le quitaron el apoyo a su corta gestión, luego de que el sábado se produjera una violenta protesta en contra del mandatario.
En un giro aún más dramático, el primer funcionario en la línea de sucesión presidencial, el titular del Senado, Ramón Puerta, dimitió pocos minutos después que el mandatario, lo que dejó la responsabilidad de organizar la sucesión presidencial al jefe de la Cámara de Diputados.
Este legislador –el peronista Eduardo Camaño– convocó, para hoy a las 2 p. m., una Asamblea Legislativa que deberá elegir al sucesor de Rodríguez Saá.

  • POR Reuters.
  • Mundo
Notas

Este documento no posee notas.