Un grupo de hinchas del Rácing Club argentino pretende expresar su agradecimiento al entrenador Reinaldo Mostaza Merlo, quien llevó al equipo a la conquista de un título local después de 35 años, con la construcción de una estatua.
El monumento, que será instalado el próximo 17 de febrero, cuando el Rácing Club juegue el clásico con el Independiente en el torneo Clausura, está siendo esculpido por el artista Daniel Zimmermann.
Será colocado en el Salón de la Fama que el equipo albiceleste tiene en su estadio, tendrá la estatura del técnico (1,80 metros) y la particularidad de que la mano derecha de la imagen estará sacando cuernos.
Esta fue la cábala que Mostaza Merlo utilizó cada vez que los rivales del Rácing Club atacaban en el campo de juego a su equipo, que ganó en diciembre pasado el título del torneo Apertura aventajando por un punto al River Plate.
Bajo la conducción de Merlo, Rácing no jugó brillantemente, pero tuvo el mérito de sumar los puntos necesarios en un electrizante cierre de campaña, cuando el River Plate estuvo a punto de aguarle la fiesta.
Formado en River como jugador y entrenador, Merlo armó un equipo sobre la marcha pues contrató a 11 jugadores antes de iniciar el campeonato y pocos apostaban por la suerte del equipo.
Sólido en defensa, equilibrado en el mediocampo y agresivo en el ataque, Rácing redondeó una campaña épica para sus hinchas, solo comparable con la del equipo que dirigió en 1966 Juan José Pizzuti, último referente campeonil de la Academia.
La vuelta olímpica de los celestes fue la única alegría de muchos argentinos, que atraviesan una aguda crisis política.