"Es vengativo", dicen sus abuelos Durante los primeros cinco años, el niño que disparó el lunes contra su hermano tuvo un comportamiento normal, como cualquier menor de su edad.
Sin embargo, cuando empezó a entender las ofensas de la mujer que lo trajo al mundo –hace 10 años–, todo cambió.
"Él era muy bueno, pero cuando cambió se hizo vengativo. No respeta nada y busca la manera de hacer daño cuando se le regaña", explicó María Morales, la abuela.
La agresividad del niño llegó a tal punto que, en varias ocasiones, tomó cuchillos y hasta un machete para atacar a familiares y amigos.
A raíz de estos problemas fue que doña María optó por llevar a su nieto a donde un psiquiatra. Empero, a las últimas dos citas ha tenido que llegar sola.
En junio anterior el menor se escapó de la consulta. Luego alegó que él no tenía por qué estar en una clínica.
Pese a ello, en setiembre y diciembre su abuela cumplió con la cita para retirar el medicamento que, ahora, su nieto se rehúsa a tomar.
"Tengo que esconder las pastillas porque, si no, las despedaza. A veces se encierra solo para encender papeles. Me da miedo que queme la casa", agregó.
Tomás Vargas, abuelo del niño, también ha tenido que lidiar con él. Incluso, confiesa el temor que siente de ser atacado, en algún momento, por su nieto.
En la escuela de Vista de Mar de Rancho Redondo, en Goicoechea, este niño estuvo dos años en el kínder y otro en primer grado.
Después fue expulsado de la escuela por su mala conducta. "Él agrede mucho a los otros chiquitos", afirma su familia.
Ahora, todos sus parientes esperan que la intervención de las autoridades sea beneficiosa. "Hay que aprovechar que está arrepentido", manifestó la anciana, de 70 años.