El Partido Unidad Social Cristiana basó su propaganda televisiva en un viejo dogma publicitario: repetir, repetir, repetir...
Los rojiazules bombardearon al electorado con una pauta monotemática, diseñada alrededor del candidato Abel Pacheco y su mensaje de unidad nacional.
En la parte final de la campaña, el PUSC insiste en no repeler ataques, por lo menos a través de sus cortos televisivos.
Tampoco hay alusiones al plan de gobierno, ni promesas concretas, ni ofertas para atraer electores.
Los oficialistas continúan confiando en la figura de Pacheco para construir su andamiaje publicitario.
De acuerdo con el panel, esta estrategia podría revelar cierto triunfalismo, pues lo habitual es que un partido reaccione, con propaganda, a los diferentes vaivenes de la campaña.
Sin embargo, la pauta rojiazul se mantiene conciliatoria, con un tono invariablemente dulce.
Además, hasta el final, los socialcristianos insistieron en su mensaje transpartidario, en el que no hay ninguna alusión al PUSC.
Esta omisión intentaría contrarrestar el desgaste que siempre implica estar en el Gobierno.